Trabajo presencial. El primer trimestre del año presentó señales alentadoras para el mercado de oficinas clase A. La absorción neta cerró en 28.685 m², impulsada principalmente por la expansión de empresas en grandes superficies en el Corredor Panamericana y Puerto Madero.
En el primero se ubican dos de las tres grandes construcciones que se incorporaron al inventario durante este período, según publicó BAE negocios.
Los dos nuevos edificios en zona norte y un nuevo edificio en Palermo sumaron 104.000 m², el doble de la superficie ingresada durante todo el 2024, estableciendo un récord de nueva oferta para un primer trimestre. Según el informe de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, para el primer trimestre de 2025, la absorción neta creció un 200 %, lo que da cuenta de la reactivación del mercado.
«El mercado empieza a mostrar una recuperación concreta, impulsada por empresas que vuelven a priorizar el espacio físico como parte de su estrategia de trabajo. Hoy vemos un mayor dinamismo en la toma de decisiones y una demanda más activa en submercados clave», afirmó Hernán Castro.
El crecimiento del inventario superó la demanda y provocó un aumento de la vacancia, que pasó del 15,91 % al 16,87 %. El precio promedio, en tanto, se mantuvo prácticamente estable, con una ligera variación de USD 23,74 a USD 23,68 por m²/mes, dentro de los márgenes considerados técnicamente constantes.
Al desagregar por zonas, la zona céntrica registró una vacancia del 14,97 %, mientras que la zona no céntrica alcanzó el 18,43 %, reflejando el impacto del nuevo inventario en zonas periféricas. En el último caso, hubo mejores resultados un 70 %, este también mostró buenos resultados, sobre todo en zonas como Catalinas-Plaza Roma y Puerto Madero.
«La dinámica actual del mercado responde a un proceso de selección más estratégico. Las empresas buscan ubicaciones que combinen conectividad, calidad edilicia y eficiencia en costos, y en ese sentido los submercados non-CBD vienen ganando protagonismo», señaló Ignacio Álvarez, Coordinador de Investigación de Mercado de Cushman & Wakefield Argentina.
Señales mixtas y cautela
Mientras sectores como la intermediación financiera, el comercio y los servicios muestran cierta recuperación, la construcción sigue afectada: el ISAC cerró 2024 con una caída acumulada del 27,4 %, la más profunda en más de dos décadas.
Por su parte, el PBI del tercer trimestre de 2024 creció un 3,9 %, interrumpiendo tres períodos consecutivos de contracción, aunque aún se observa una caída interanual del 2,1 %. La flexibilización parcial de las restricciones cambiarias mejora las expectativas de la economía a corto plazo, aunque podría acelerar la inflación e impactar en los precios.
De todos modos, los 104.000 m² entregados este trimestre no implican una aceleración de la actividad constructiva: se trata de proyectos iniciados en años anteriores. Actualmente, el pipeline continúa en niveles mínimos, con 152.000 m² en construcción (la cifra más baja en cinco años) y 136.000 m² proyectados, el menor volumen en una década.
Este estancamiento podría responder al contexto económico inestable de los últimos años, con escasa previsibilidad y, más recientemente, con altos costos de construcción.