Cuando parecía haber tocado fondo, este equipo vuelve a sacar tierra del pozo. Otra decepcionante actuación de jugadores sin rumbo salvo contadas excepciones y un DT perdido a seis partidos de haber llegado. Panorama desolador. Y ruido de mate.
Papelón de Boca. Dos horas antes de que se comenzara a consumar un nuevo papelón nos enteramos de que Fabra, de la nada y a 5 meses de quedar libre, iba a ser titular en lugar de Blanco, probablemente uno de los tres mejorcitos en este nefasto arranque del Boca de Russo. Como para ir preparándonos para la hecatombe. Según informa: TyC Sports
Desde el pitazo inicial se supo que Atlético Tucumán no tenía ningún interés en disputar la posesión. Pero como en la media hora final ante Unión, el único que mandaba al equipo para adelante con sus pases era Paredes, a quien se le mostraron un poquito más de arranque… hasta que pasó la efervescencia del comienzo. El otro que intentaba, pero casi siempre decidiendo mal, era Velasco.
Qué decir de Cavani. Es la sombra del que supo ser en Europa. Y encima está anocheciendo. La primera no pateó al arco (un clásico suyo). En la segunda pateó al bulto un rebote apetecible. En la tercera remató débil y al cuerpo del arquero tras un gran pase de Merentiel. La cuarta tiró desviado un penal en movimiento, luego de un pase exquisito de Paredes para Aguirre. Y en la quinta no le quedó otra que empujarla al gol abajo del arco, tras una buena gambeta y remate de la Bestia, el verdadero 9 de Boca.
El Decano ni atacaba, pero cuando hacía algo parecido a atacar la defensa xeneize le abría los caminos. ¿Hasta cuándo Battaglia de 2?
Por supuesto, no faltó el gol rival de pelota parada, otro clásico de los últimos tiempos.Y ahí se derrumbó Boca, que no da vuelta un resultado desde hace 8 meses. El 0-2, gentileza del 2 (al salir a cualquier lado) y del 1 (al no salir a ningún lado ni tras el mal control del Loco Díaz), no sorprendió a nadie. Russo vivió ambos goles sentado. Y con la eliminación en ciernes hizo solo tres cambios: a los 71’ lateral por lateral y extremo por carrilero (hasta ahora Braida nunca jugó ni 5 puntos), y ¡a los 85’! Zenón por Alarcón. Son (malas) decisiones.
Solo la vergüenza deportiva de Paredes y Merentiel le permitieron descontar a Boca. Afuera en dieciseisavos de final de la Copa Argentina, después del 1-1 ante Auckland City, después de los lamentables playoffs del Apertura en la Bombonera, después de la eliminación ante Alianza Lima. El papelón después del papelón, después del papelón, después del papelón…
La conferencia de Russo fue la frutilla podrida del postre. “Hoy me gustó el nivel del equipo, hubo muchas cosas buenas”, dijo. Panorama desolador. Y ruido de mate.
Riquelme y la cruel ironía del destino
“Lo único que tengo claro es que hay millones de hinchas que quieren que gane el oficialismo, y son todos los hinchas de River”, dijo Riquelme durante la campaña presidencial en Boca en 2019. Tenía motivos para decirlo. Y pidió que los socios le den 8 años al mando del club para demostrar los resultados.
Los socios le dieron los 8 años. Y ya se está cumpliendo el sexto. El problema es que ahora los hinchas de River piden que siga Riquelme.
Si con esta cruda ironía del destino no se da cuenta de que tiene que cambiar drásticamente su manera de conducir el fútbol del club y rodearse de gente idónea en vez de amigos que asientan, ya no cambiará con nada.
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