El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, afirmó que el Gobierno permanece «tranquilo» frente al escándalo de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y sugirió que se trata de una maniobra política en plena campaña electoral.
El funcionario vinculó la difusión de los audios con el debate parlamentario sobre la ley de discapacidad y aseguró que sectores opositores buscan debilitar al oficialismo.
«Coincidencia causal» en timing político
Según información de medios nacionales, Francos consideró que la coincidencia entre la difusión del escándalo y el debate de la ley de emergencia en discapacidad no es casual: «Cuando uno combina una cosa con la otra, todo tiene cierta causalidad». El jefe de Gabinete insinuó que la situación responde a un «armado político» destinado a afectar al Gobierno en un momento preelectoral crítico, aprovechando el importante apoyo popular que mantiene el oficialismo.
Confianza en la Justicia y defensa de funcionarios
Francos remarcó que el Gobierno no le teme a la Justicia: «Tiene que probarse hechos, y nosotros creemos que no los hay». Relató que consultó directamente a Eduardo «Lule» Menem sobre su vínculo con la droguería Suizo Argentina -empresa mencionada en los audios- y este negó cualquier contacto. El ministro también reveló que Spagnuolo llegó a La Libertad Avanza mediante la vicepresidenta Victoria Villarruel y formaba parte del círculo cercano que participa de las cenas dominicales en Olivos.
Acciones inmediatas y expectativas
El jefe de Gabinete destacó que, ante la aparición de los audios, el Gobierno actuó rápidamente: separó a Spagnuolo del cargo, intervino el organismo y solicitó una investigación exhaustiva. «La pelota está en la cancha de la Justicia», afirmó, mientras expresó su confianza en que el proceso se desarrollará conforme a derecho. Francos también aseguró que el presidente Milei se mantiene «sereno» y con «convicción» frente a estos ataques, concentrado en la lucha que viene dando.
La postura del Gobierno refleja una estrategia dual: por un lado, desvincularse completamente de las presuntas irregularidades y actuar con celeridad ante las denuncias; por otro, presentar el caso como una operación política destinada a afectar su imagen en vísperas electorales. La investigación judicial determinará si existieron efectivamente coimas en la ANDIS, pero el debate político sobre las intenciones detrás de la difusión de los audios ya está instalado. Información extraída del medio Infobae.