El clima en el conurbano bonaerense arde en la previa de una votación clave. Este domingo, la provincia de Buenos Aires será el escenario de una pulseada histórica entre La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo, en una elección que puede marcar el rumbo político del país y definir buena parte del futuro del gobierno de Javier Milei y las posibilidades de un resurgimiento del kirchnerismo.
El escenario previo está marcado por la preocupación ante la posibilidad de una baja participación electoral. Desde los dos espacios mayoritarios advierten la apatía del votante y cierto desconocimiento sobre qué se elige realmente. A ambos lados de la grieta asocian este panorama al desdoblamiento de la votación
Operativo contra reloj en el conurbano
De acuerdo con TN. Nadie se anima a arriesgar un resultado. Pero en medio de la polarización, Fuerza Patria y LLA llegan como los grandes protagonistas. Las encuestas muestran una pelea cabeza a cabeza, con una leve ventaja para el peronismo, aunque nada parece definitivo y, en las horas previas a la apertura de las urnas, se intensifica el operativo para movilizar votantes.
Remises, punteros y boleta en mano
En este contexto, los intendentes salieron a la cancha con todo. Saben que se juegan su poder y su futuro político, y no quieren dejar nada librado al azar. Por eso, en la recta final, pusieron en marcha un operativo contra reloj para garantizar que su tropa vaya a votar.
El despliegue es total: desde acuerdos con organizaciones sociales y empresarios, hasta la contratación masiva de remises y micros para trasladar votantes. El aparato municipal está a pleno, y los punteros recorren los barrios casa por casa, convenciendo a los vecinos y asegurándose de que nadie se quede sin pasar por el cuarto oscuro.
“La decisión de desdoblar de (Axel) Kicillof provoca desinterés en la población bonaerense, que arrastra hartazgo, rechazo a los políticos y falta de expectativas muy profundas desde hace mucho tiempo y en el conurbano aún más”, analizó Eduardo “Lalo” Crous, referente libertario en La Matanza y la Tercera Sección, en conversación con TN.
Según el dirigente, “es más difícil para el mensaje político lograr sacar a un adulto de su apatía y abstencionismo que hacer cambiar el voto a alguien. Pero en el seno familiar el empuje de los más jóvenes tiene mayor impacto”.
Crous, director municipal del Ministerio de Seguridad al mando de Patricia Bullrich y candidato a diputado nacional, aseguró que “los intendentes del oeste y sobre todo de la Tercera tienen tomados masivamente remises y micros. Les pagan incluso para que no trabajen para nadie”. Y fue más allá: “Los intendentes ponen micros o colectivos pagados por ellos donde se viaja gratis y al subir te recibe un puntero suyo que te ‘ayuda’ a buscarte en el padrón y te ‘orienta’ cómo votar”.
Sobre la campaña territorial, remarcó: “Nosotros hicimos mucho puerta a puerta, sobre todo en las zonas y barrios donde las escuelas se tiñeron de violeta en 2023″.
De la vereda de enfrente, desde un municipio de Zona Norte del Gran Buenos Aires, coincidieron en que el desdoblamiento de las elecciones generó confusión en el electorado. “En los últimos días, ibas y hablaba con los vecinos en las esquinas y en las plazas, y mucha gente no distinguía qué se vota ahora septiembre y qué se vota en octubre”, dijo un referente del municipio.
El método de la campaña puerta a puerta y la boleta en mano jugó fuerte en las últimas semanas y no da tregua en las horas previas a la votación. “Nos dividimos en grupos de seis o siete personas y salimos a caminar cinco cuadras a la redonda. Le hablamos al vecino en la calle, tocamos timbre. Había gente a la que teníamos que explicarle qué se vota, sobre todo gente grande y mucha juventud, y otra gente a la que no, que agarraban la boleta y ya sabían”, menciona. “Hicimos bastante campañita cuerpo a cuerpo para incentivar a los votantes”, agrega.
Intendentes en la primera línea y candidaturas testimoniales
Muchos jefes comunales se pusieron al frente de las boletas, aunque sea de manera testimonial, para traccionar votos y blindar su liderazgo territorial. Es el caso de Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela), Juan José Mussi (Berazategui) y Julio Zamora (Tigre), entre otros. En el interior, también juegan fuerte Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Pablo Petrecca (Junín) y los hermanos Passaglia en San Nicolás.
Este domingo se ponen en juego 46 bancas de diputados y 23 de senadores en las ocho secciones electorales de la provincia, además de concejales y consejeros escolares. Son 38.488 mesas en 6454 escuelas habilitadas para votar.
El corazón de la disputa está en el conurbano bonaerense, especialmente en la primera y tercera sección electoral, donde votan más de 10 millones de bonaerenses. Es el territorio donde el peronismo tiene más peso, pero también donde el descontento social se hace sentir. En La Matanza, bastión de Fernando Espinoza y Verónica Magario, votan más de un millón de personas, el 23% del padrón de la tercera sección.
En las zonas más humildes, el aparato y las redes de punteros son clave para movilizar votantes. El domingo se usará la boleta sábana de papel, que torna aún más importante la fiscalización y la capacidad de repartir boletas completas.
Para incentivar la participación, Kicillof dispuso que el transporte público sea gratuito el domingo. La medida incluye a los servicios regulares urbanos, interurbanos de media y larga distancia.
Una elección que puede cambiar el mapa político
Javier Milei busca dar el golpe en Buenos Aires. Nacionalizó la campaña con el eslogan “kirchnerismo nunca más” y sumó a su armado a varios intendentes del PRO, como Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Ramón Lanús (San Isidro), Soledad Martínez (Vicente López) y Marcelo Matzkin (Zárate), que competirán bajo la bandera de LLA.
Fuerza Patria gobierna 83 de los 135 municipios bonaerenses, que concentran el 74% del padrón. El peronismo apuesta a la fuerza de sus intendentes y a la maquinaria territorial para doblegar a Milei. Dirigentes como Espinoza (La Matanza), Julián Álvarez (Lanús), Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Watson (Florencio Varela) y Julio Alak (La Plata) son clave en la estrategia.
El domingo, el conurbano será el termómetro de la política argentina. Con remises, punteros, boletas y una campaña puerta a puerta, los intendentes y militantes buscan torcer la apatía y llevar a la mayor cantidad de gente posible a las urnas. El resultado puede definir el futuro del peronismo, la fortaleza de Milei y el rumbo de la provincia más grande del país.