El consumo volvió a dar señales de enfriamiento en la economía argentina.
De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas mayoristas cayeron un 8,4% interanual en agosto, marcando una de las bajas más pronunciadas del año.
En tanto, el acumulado de los primeros ocho meses de 2025 muestra una contracción del 6,7% respecto al mismo período de 2024. La información fue publicada por C5N, que advirtió sobre el impacto de la pérdida del poder adquisitivo y la desaceleración del consumo interno.
Ventas mayoristas: caída interanual y leve mejora mensual
El Índice de Ventas Totales a precios constantes registró en agosto una disminución del 8,4% interanual, aunque mostró un leve repunte del 1% frente a julio.
En términos de tendencia-ciclo, el Indec informó una baja del 0,6% mensual, lo que refleja la persistencia de un escenario de debilidad en la demanda.
A precios corrientes, las ventas mayoristas alcanzaron los $319.736,3 millones, un incremento nominal del 14,6% frente al mismo mes de 2024, impulsado principalmente por los aumentos en rubros básicos.
Entre los sectores con mayores subas interanuales se destacaron:
- Carnes: +41,2%
- Indumentaria, calzado y textiles para el hogar: +27,5%
- Bebidas: +23,1%
- Panadería: +21,1%
Supermercados: leve repunte anual, pero caída mensual
En contraste con el panorama mayorista, las ventas en supermercados crecieron un 0,3% interanual en agosto. Sin embargo, respecto a julio, la actividad mostró una baja del 0,2%, manteniendo una tendencia negativa del 0,6% en el indicador de ciclo.
El acumulado enero-agosto de 2025 refleja una mejora del 3,1% frente al año pasado.
A precios corrientes, las ventas totalizaron $2.107.204,4 millones, un 26,3% más que en agosto de 2024.
Los artículos con mayores incrementos nominales fueron:
- Indumentaria, calzado y textiles para el hogar: +55,1%
- Carnes: +52,3%
- Alimentos preparados y rotisería: +39%
- Otros rubros: +37,7%
Un panorama que refleja el deterioro del consumo interno
Los datos oficiales confirman una tendencia preocupante: mientras los precios crecen a doble dígito, las ventas reales muestran caídas sostenidas.
Economistas consultados señalan que la recuperación del consumo dependerá de una mejora en los ingresos y del freno a la inflación, que sigue afectando el poder de compra de los hogares y las empresas.