La investigación del crimen de Mario Giannobile, cuyo cuerpo apareció en Playa Magagna el 21 de octubre, encontró una pieza fundamental: un crucifijo de madera perteneciente a la víctima, descubierto durante allanamientos realizados este lunes.
Este objeto podría ser la evidencia definitiva que vincule a los sospechosos con el homicidio.
El Operativo que Develó la Prueba Crucial
El jefe del Área de Investigaciones de la Policía del Chubut, Juan Carrasco, confirmó el despliegue de siete allanamientos simultáneos en Playa Unión y Trelew.
Este operativo conjunto, que movilizó a las divisiones de Rawson, Trelew, Puerto Madryn y Drogas Peligrosas, logró la detención de dos hombres y emitió una orden de captura contra un tercer individuo que permanece prófugo. Al detallar la metodología que permitió identificar a los sospechosos, Carrasco explicó: «Desde el primer momento trabajamos con cámaras, entrevistas y análisis de movimientos».
El Crucifijo: Un Objeto con Historia Propia
Durante los allanamientos, los efectivos lograron incautar dos elementos cruciales: el teléfono celular de Giannobile y, especialmente, un crucifijo. Los familiares de la víctima lo reconocieron de inmediato, ya que se trataba de un objeto sumamente personal y característico, que solía aparecer en todas sus fotografías.
El propio jefe policial, explicó la relevancia del descubrimiento: «Lo encontramos en la casa de uno de los detenidos. Ahora Criminalística lo va a peritar, pero para nosotros es una pieza clave». Este hallazgo adquiere un peso probatorio enorme, pues constituye una prueba concreta que colocaría a la víctima dentro de la vivienda allanada antes de su muerte.
Reconstruyendo un Crimen Planificado
Los peritos forenses ya tienen una conclusión: Mario Giannobile murió asesinado el 20 de octubre. Su muerte se produjo por asfixia mecánica y presentaba tres golpes en la cabeza. Pero hay más: durante los allanamientos, la policía detectó manchas de sangre en una de las viviendas. Este hallazgo resulta crucial, ya que los investigadores creen que podrían haber encontrado el lugar exacto donde se cometió el crimen, lo que fortalece su teoría de que se trató de un ataque planificado.
En el mismo operativo, las fuerzas de seguridad también incautaron restos de cocaína y equipos de filmación. Sin embargo, el jefe Carrasco fue cauteloso al interpretar estas pruebas. Aunque reconoció los antecedentes de la víctima en causas por drogas, aclaró que aún es prematuro afirmar que el móvil del crimen fue estrictamente el narcotráfico.
La aparición del crucifijo marca un punto de inflexión en esta investigación minuciosa, aportando no solo una prueba material contundente sino también un elemento cargado de simbolismo que acerca a los investigadores a develar las circunstancias del crimen. Información extraída del medio La17.