El Fiat 128 de Maradona, restaurado por los Varrone, se convirtió en amuleto del piloto Nicolás Varrone rumbo a la F2.
En 2003, Martín Varrone, coleccionista de autos y padre de Nicolás Varrone, halló en un gallinero de Salto, Buenos Aires, el primer auto que Diego Maradona compró 0 km: un Fiat 128 Europa adquirido el 24 de diciembre de 1982. La historia, contada a Infobae, combina pasión por el fútbol, restauración de autos históricos y el sueño de Nico, flamante piloto de Fórmula 2.
El hallazgo inesperado
Martín relató que un amigo le informó sobre el auto abandonado. Al llegar a la propiedad, encontró el vehículo cubierto de polvo y con gallinas arriba, aunque con la documentación original intacta: una cédula verde antigua que confirmaba su propiedad histórica. La verificación en el registro automotor consolidó que efectivamente pertenecía a Diego Maradona, con gestiones hechas por su representante de entonces, Jorge Cyterszpiler.
Restauración y preservación
El Fiat 128 fue restaurado completamente a su estado original, incluyendo motor y carrocería. Martín Varrone explicó:
“Desde que lo restauramos, apenas hicimos 200 kilómetros; ni el motor se ha ablandado. Lo tenemos impecable”.
El auto se convirtió en un amuleto para Nicolás, que creció entre la pasión por los autos y el fútbol, siguiendo los pasos de su ídolo y heredando el legado del Xeneize en su familia.
De la pasión familiar a la F2
Nicolás Varrone dio un gran salto: fue confirmado como piloto titular de Van Amersfoort Racing (VAR) para la temporada 2026 de Fórmula 2. Su vínculo con el Fiat 128 de Maradona simboliza una inspiración que conecta la historia del fútbol argentino con la velocidad y la automoción.
Martín comentó que intentaron acercar el auto a Diego, pero el sueño quedó parcialmente trunco. Sin embargo, Maradona había aceptado firmar el capot, sellando un vínculo simbólico entre el astro y el joven piloto.





