El desarrollo acuícola sostenible en Patagonia marca un antes y un después para la producción nacional, con IDRIS Patagonia como protagonista.
El modelo de IDRIS Patagonia, la mayor planta acuícola de Argentina, se posiciona como un punto de inflexión en la industria pesquera del país. Ubicada en el embalse de Piedra del Águila, entre Neuquén y Río Negro, esta instalación concentra la producción intensiva de trucha arcoíris más avanzada de Sudamérica y busca transformar el futuro de la acuicultura nacional con innovación y sostenibilidad.
Visita oficial del INIDEP: tecnología y sostenibilidad en primer plano
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) encabezó una visita clave a las instalaciones de la empresa, con el objetivo de reforzar iniciativas que fortalezcan la acuicultura sostenible en Argentina. La delegación estuvo liderada por el director Nacional de Investigación, Dr. Otto Wöhler, junto al director de Información, Operaciones y Tecnología, Lic. Martín Bertelo, y el responsable del Programa de Maricultura, Lic. Mariano Spinedi.
Los especialistas recorrieron todas las etapas de producción: incubación, alevinaje, engorde en jaulas flotantes y procesamiento industrial. Allí evaluaron sistemas automatizados de recirculación de agua, alimentación inteligente y monitoreo ambiental en tiempo real, que permiten optimizar el ciclo de vida de la trucha arcoíris con menor impacto ecológico.
Producción récord y liderazgo regional
Dirigida por el ingeniero acuícola Lucas Maglio, IDRIS Patagonia alcanzó en 2025 una producción anual de 9.500 toneladas de trucha arcoíris. Este volumen consolida a la compañía como referente regional en la producción intensiva de salmónidos, con un enfoque en eficiencia, calidad y sustentabilidad.
El crecimiento responde a la incorporación de tecnologías de última generación y protocolos de gestión que equilibran productividad y cuidado ambiental. Para el sector, esta experiencia representa un modelo replicable en otras zonas de la Patagonia, donde las condiciones hidrológicas favorecen el cultivo de especies de alto valor nutricional, como la trucha rica en omega-3.
Certificaciones internacionales que respaldan la calidad
La empresa cuenta con certificaciones de prestigio mundial como Best Aquaculture Practices (BAP) y Aquaculture Stewardship Council (ASC). Estos sellos garantizan estándares ambientales, sociales y de seguridad alimentaria alineados con las normas de la FAO y la Unión Europea.
La acreditación BAP asegura trazabilidad “desde el huevo hasta el producto final”, mientras que ASC pone el foco en biodiversidad y bienestar animal. Con estas credenciales, IDRIS Patagonia refuerza la confianza en sus exportaciones hacia Europa y Asia, mercados que demandan garantías ambientales y de calidad.
Impulso a la cadena de valor pesquera
La estrategia del INIDEP busca consolidar la articulación público-privada para potenciar la industria acuícola. Este tipo de proyectos no solo aumentan la producción nacional, sino que también generan empleo especializado, promueven la transferencia de tecnología y amplían oportunidades para pequeños productores.
En paralelo, Mendoza, Chubut y Santa Cruz destacan el impacto económico de iniciativas que fortalecen la cadena de valor pesquera y posicionan a la Argentina como un jugador clave en el mercado global. La información, según informó Más Energía, apunta a que el país está en condiciones de reducir la presión sobre los recursos silvestres y diversificar su matriz productiva.
Un futuro sostenible para Argentina en el mercado global
La acuicultura sostenible en Patagonia representa más que un negocio: es una apuesta a largo plazo para transformar la matriz productiva, impulsar exportaciones y garantizar el cuidado de los ecosistemas. El modelo de IDRIS Patagonia demuestra que Argentina puede convertirse en líder regional y global en producción de salmónidos, integrando innovación, certificaciones internacionales y desarrollo sustentable.