Un rescatista neuquino con amplia experiencia en terrenos agrestes se sumó a las tareas para hallar a Juana Morales y Pedro Kreder.
Aplicando un método sistemático en la zona de Rocas Coloradas, al norte de Comodoro Rivadavia.
La metodología del experto en rescates agrestes
Luis Zúñiga, aeroevacuador de la Fuerza Aérea, llegó a la zona por decisión propia y comenzó un reconocimiento del terreno desde la estancia donde se aloja hasta el lugar donde fue hallada la camioneta de los desaparecidos. «Hay técnica para la búsqueda de personas en zonas agrestes: se analizan barreras naturales, como el mar, y barreras artificiales, como los alambrados», explicó el especialista según información de prensa. Su método se basa en «eliminar hipótesis, reducir zonas y avanzar con método».
Análisis fisiológico y comparación con casos anteriores
Zúñiga analizó las limitaciones físicas que podrían afectar a Pedro Kreder, de 80 años: «La fisiología humana no miente. Si no comés, ni tomás agua, te sobreviene una lipotimia. Una persona de ochenta años no puede caminar mucho sin hidratarse». El rescatista comparó este caso con trabajos anteriores, recordando cómo el hallazgo de un morral en el río Limay permitió enfocar la búsqueda en otra oportunidad.
Colaboración coordinada y puesto de comando unificado
El experto destacó la colaboración de los vecinos de la zona: «Hay mucha gente con vehículos 4×4 preparados para esos caminos difíciles que se pusieron a disposición». Sin embargo, enfatizó la necesidad de mantener un puesto de comando unificado para coordinar los esfuerzos: «En forma ordenada, sí, se necesita más gente. Pero con organización. Cada colaborador debe saber qué sector cubre y reportar todo».
A casi un mes de la desaparición de Juana Morales y Pedro Kreder, la incorporación de especialistas como Zúñiga aporta esperanza y método a una búsqueda que mantiene movilizada a toda la comunidad chubutense. Información extraída del medio Jornada.
									 
					



