Una serie de matanzas ilegales de guanacos y burros en la meseta de Chubut mantiene en alerta a los productores rurales.
Las denuncias apuntan a grupos de cazadores furtivos que actúan de noche, con métodos crueles y fines comerciales clandestinos. Los pobladores piden una respuesta urgente de las autoridades ante la violencia y el daño ambiental que generan estos ataques.
Productores rurales denuncian matanzas ilegales
En distintos sectores de la meseta central de Chubut, especialmente en campos cercanos a la Ruta 29, productores rurales advirtieron sobre un preocupante incremento de caza furtiva que afecta tanto a especies silvestres protegidas como a animales domésticos.
Según relataron, los cazadores operan durante la noche y utilizan potentes reflectores para atraer a los guanacos, a los que luego sacrifican brutalmente para llevarse únicamente la carne de mayor valor comercial.
Uno de los testimonios más impactantes fue el de Jorge, cuidador de la estancia El Molle, quien explicó que en los últimos días hallaron decenas de carcasas, algunas incluso de hembras preñadas. “Lo que hacen es inhumano. Les quitan la carne que les sirve y dejan el resto tirado en el campo”, lamentó.
Crueldad, pérdidas y temor en el campo
Además de la matanza de fauna silvestre, los ataques también afectan a burros domésticos criados por las familias rurales. Esto no solo implica pérdidas económicas, sino también un daño emocional profundo para quienes viven del trabajo en el campo.
El miedo a los cazadores es creciente. Se sospecha que los grupos están armados y organizados, lo que impide a los vecinos enfrentarlos o detenerlos por cuenta propia.
“Tememos encontrarnos con ellos. No sabemos qué tan lejos pueden llegar. Necesitamos que las autoridades actúen”, expresó Jorge con preocupación.
Piden intervención urgente de las autoridades
Los productores rurales exigen una intervención inmediata del gobierno provincial para detener la caza furtiva y proteger tanto a la fauna autóctona como a los animales domésticos.
La situación no solo plantea un grave problema ambiental, sino también de seguridad rural, ya que los cazadores actúan impunemente en horas de la noche y podrían estar vinculados a una red de comercio ilegal de carne.
Según informó Radio Chubut, las denuncias ya fueron elevadas a las autoridades correspondientes, pero los productores insisten en que es necesario reforzar los controles y las patrullas rurales en la zona.
La caza furtiva en la meseta de Chubut no solo amenaza la biodiversidad de la región, sino también la seguridad y el sustento de quienes habitan el territorio rural. La comunidad espera medidas urgentes que pongan fin a esta práctica devastadora.
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