En medio de un debate nacional sobre la eficiencia del Poder Judicial, el diputado nacional Alejandro Fargosi (La Libertad Avanza) cargó duramente contra los magistrados.
Si bien reconoció el problema de las vacantes sin cubrir, pidió que los jueces incrementen su carga laboral y reduzcan sus períodos de descanso, al tiempo que señaló al kirchnerismo por la composición actual de la Justicia. según Noticias Argentinas (NA).
La crítica del constitucionalista se produce en un contexto donde la Corte Suprema cerró un año récord en actividad, pero donde problemas estructurales como la sobrepoblación carcelaria y las detenciones en comisarías persisten. Fargosi vinculó directamente la designación de muchos jueces con los gobiernos kirchneristas, aunque celebró que la Argentina esté dejando de ser «el reino de la impunidad».
El reclamo por más horas de trabajo y menos vacaciones
«Hoy en día lo que tiene que hacer (un juez) es trabajar más, largar todo lo que no sea actividad judicial, menos vacaciones y más horario», expresó con dureza Fargosi en declaraciones a Radio Rivadavia. Su planteo busca un cambio en la cultura laboral del Poder Judicial, poniendo el foco en la productividad de los magistrados más allá de los cargos vacantes. Esta postura choca con la visión de quienes argumentan que la lentitud procesal se debe a la falta de recursos y personal, un problema evidenciado por la sobrecarga de causas y el hacinamiento en el sistema penitenciario.
Un poder judicial «lleno de jueces» del kirchnerismo
Más allá de la exigencia laboral, el diputado apuntó a los orígenes políticos de muchos magistrados. «Tenemos un poder judicial lleno de jueces que han llegado gracias al kirchnerismo. Tenemos 20 años de kirchnerismo manejando el país y eso no es fácil sacárselo de encima», afirmó. Esta crítica se enmarca en la histórica tensión entre el oficialismo y un sector de la Justicia, a la que frecuentemente acusa de tener una impronta opositora. Sin embargo, el máximo tribunal ha demostrado una actividad intensa en los últimos tiempos, cerrando 2025 con más de 15 mil fallos dictados en causas de alto impacto, incluidos casos de corrupción.
El contrapunto: celebraciones por el fin de la «impunidad»
Pese a sus duras críticas, Fargosi realizó un reconocimiento a ciertos avances en la lucha contra la corrupción. «La Argentina empezó a dejar de ser el reino de la impunidad», valoró, y añadió: «Poco a poco se han ido incorporando personajes poderosos a las cárceles y quiero creer que esto es una tendencia irrefrenable». Sus palabras encuentran eco en fallos recientes de la Corte Suprema que confirmaron condenas emblemáticas, como la de la ex presidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad y la del empresario Lázaro Báez en la «Ruta del dinero K». No obstante, la realidad carcelaria muestra una sobrepoblación crítica, con casi el 40% de los detenidos en cárceles federales aún sin condena firme.
Las declaraciones de Fargosi reavivan un debate complejo y multifacético. Por un lado, cuestiona la eficiencia y los hábitos laborales de los jueces; por otro, señala una herencia política en la conformación del Poder Judicial. Mientras celebra ciertos resultados en materia de condenas por corrupción, los datos evidencian que el sistema enfrenta desafíos profundos, como la excesiva duración de los procesos y condiciones carcelarias inhumanas. La discusión, por lo tanto, trasciende el mero reclamo horario y se adentra en la necesidad de una reforma integral para una Justicia más eficaz, independiente y que respete los derechos fundamentales.




