El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a aparecer mencionado en documentos del caso Jeffrey Epstein.
Una nueva tanda de archivos del Departamento de Justicia, publicada el martes, incluye acusaciones directas de agresión sexual, referencias a sus numerosos viajes en el avión del delincuente sexual y menciones a supuestas fiestas en su residencia de Mar-a-Lago, según reportó la agencia de noticias DW. Las autoridades estadounidenses, sin embargo, han salido rápidamente a desacreditar varios de estos documentos, tildándolos de «acusaciones falsas y sensacionalistas».
La publicación de miles de páginas responde a la ‘Ley de Transparencia de los Archivos Epstein’, firmada por el propio Trump tras fuertes presiones políticas. En paralelo, una de las figuras centrales del escándalo, Ghislaine Maxwell, cumple una condena de 20 años por tráfico sexual de menores y ha solicitado su liberación, alegando «nueva evidencia» que demostraría violaciones constitucionales en su juicio.
Acusaciones graves y la respuesta de la Justicia
Entre la nueva documentación liberada, destacan dos testimonios particularmente graves. Uno de ellos es una declaración rendida ante el FBI el 27 de octubre de 2020 —a días de las elecciones presidenciales— por un expiloto de limusinas. Este hombre relató que una conocida suya le confesó que «Donald J. Trump la había violado junto con Jeffrey Epstein» en 1995.
En otro documento, una mujer anónima presentó una denuncia en enero de 2020 describiendo presuntos abusos por parte de Epstein y Maxwell. La mujer, que tenía 14 años en 1994, afirma que Epstein la llevó a conocer a Trump, quien mostró complicidad con los comentarios sugerentes del financiero. La respuesta del Departamento de Justicia no se hizo esperar: en un comunicado, afirmó que varios de estos documentos «contienen acusaciones falsas y sensacionalistas contra el presidente Trump». El FBI también declaró falsa una carta supuestamente firmada por Epstein que mencionaba el interés de «nuestro presidente» en «manosear» a mujeres jóvenes.
Vuelos privados, fiestas y el vínculo social
Más allá de las acusaciones criminales, los archivos refuerzan el estrecho vínculo social que Trump mantuvo con Epstein durante años. Se confirma que el hoy presidente voló «muchas más veces» de lo que se creía en el jet privado del pederasta. Estos viajes eran parte de la lujosa vida que Epstein y Maxwell compartían con figuras poderosas, utilizando su riqueza para impresionar y crear conexiones.
La documentación también menciona una supuesta fiesta organizada por Trump en su club Mar-a-Lago en Florida para trabajadoras sexuales. El entonces empresario inmobiliario y el financiero se movían en los mismos círculos de élite. En una entrevista de 2002, Trump describió a Epstein como un «tipo genial» y «muy divertido». Su relación, sin embargo, se enfrió años antes del primer arresto de Epstein. El expresidente ha dicho repetidamente que expulsó a Epstein de Mar-a-Lago «hace décadas por ser un asqueroso con sus empleadas».
Un caso que sigue abierto, décadas después
La sombra del caso Epstein continúa alargándose sobre la clase política y financiera global. Ghislaine Maxwell, condenada por ser la «madame» que reclutaba y preparaba a las víctimas menores de edad para Epstein, ahora busca revocar su condena desde la prisión. Su defensa argumenta que fue un «chivo expiatorio» tras la muerte de Epstein.
Mientras, el flujo de documentos parece no detenerse. Esta publicación responde a la ley firmada por Trump, quien inicialmente se mostró reacio a apoyar la liberación de los archivos. La presión pública y del Congreso fue finalmente mayor. Para las víctimas, cada nueva revelación es un paso más en una búsqueda de justicia que lleva décadas. Para Trump, cada mención en estos archivos es una bomba política que su administración intenta, metódicamente, desactivar ante la opinión pública.




