Un hombre que practicaba buceo libre en la «Playa Escondida» del Parque Puerto Bonito halló el artefacto explosivo sumergido y dio inmediato aviso a la policía.
Un descubrimiento inesperado e inquietante se produjo este lunes en las cristalinas aguas del Lago Epuyén. Un vecino que realizaba buceo libre en la zona conocida como «Playa Escondida», dentro del Parque Puerto Bonito, encontró sumergida una granada de mano. De acuerdo con el informe oficial, el hombre dejó una lata flotando como señal, salió rápidamente del agua y alertó a las autoridades. El procedimiento de seguridad y posterior extracción estuvo a cargo de la División Explosivos de la Policía del Chubut, según los detalles publicados por el diario Jornada de Trelew.
El operativo, que incluyó el desalojo preventivo del área del parque, se desarrolló sin contratiempos. Personal especializado logró recuperar el artefacto, identificado como una granada de mano modelo FMK2, que se encontraba a unos 30 metros de la costa y presentaba un estado de oxidación leve. Aunque carecía del mecanismo detonador, fue trasladada bajo estrictas medidas de seguridad a la ciudad de Esquel para su posterior destrucción controlada.
Un hallazgo que activó un protocolo de seguridad
El hecho ocurrió alrededor de las 18:25 horas del lunes 9 de diciembre. Ante el llamado del buzo, acudieron al lugar agentes de la comisaría de Epuyén y de la División Explosivos con asiento en Esquel. Lo primero fue garantizar la seguridad de los posibles transeúntes, procediendo al desalojo inmediato del Parque Puerto Bonito.
Un equipo de buzos especializados de la policía ingresó luego al lago para verificar el hallazgo. Confirmaron la presencia del artefacto, tomaron fotografías para su documentación y procedieron a su extracción con sumo cuidado. La granada fue trasladada en un contenedor especial hasta las dependencias de Explosivos en Esquel, donde se almacena de manera segura hasta su disposición final.
¿Una granada «inactiva»? Expertos advierten sobre el peligro latente
Si bien el reporte policial indica que el artefacto «carecía de mecanismo detonador» y se encontraba oxidado, los expertos en materiales bélicos suelen ser categóricos: nunca se debe manipular o acercarse a un explosivo militar antiguo. La oxidación puede hacer que los componentes internos, incluida la carga explosiva, se vuelvan inestables y extremadamente sensibles al movimiento.
Este no es el primer hallazgo de este tipo en la provincia. Recientemente, en Caleta Córdova, Comodoro Rivadavia, también se encontró una granada, lo que sugiere que estos artefactos pueden estar más presentes de lo que se cree en distintos puntos de la geografía chubutense, posiblemente como vestigios de ejercicios militares pasados o descartes ilegales.
La importancia de la denuncia inmediata y el rol ciudadano
Este incidente terminó sin consecuencias gracias a la actuación responsable y rápida del buceador. Su conducta es el ejemplo a seguir: al encontrar un objeto sospechoso, no lo tocó, lo marcó a la distancia para poder indicar su ubicación a las autoridades y dio aviso de inmediato.
Las fuerzas de seguridad destacan que, ante cualquier hallazgo de este tipo, la población debe:
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No manipular el objeto bajo ningún concepto.
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Alejarse del área y evitar que otras personas se acerquen.
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Dar aviso inmediato al 911 o a la comisaría más cercana, proporcionando la ubicación más precisa posible.
El caso de la «Playa Escondida» cierra con un final positivo, pero sirve como una clara advertencia sobre los peligros ocultos que, en ocasiones, yacen en lugares de esparcimiento natural. La intervención profesional y la prevención ciudadana son la clave para evitar tragedias. Información extraída del medio Jornada.




