El ministro de Economía, Luis Caputo, fijó públicamente la meta para la esperada colocación de deuda en dólares que realizará el Gobierno este miércoles.
En una charla con inversores, el funcionario reveló que el objetivo es captar aproximadamente 1000 millones de dólares «a una tasa por debajo del 9%». Según información del medio Ámbito, el bono, que tendrá un cupón del 6.5% y vencimiento a cuatro años, busca cubrir parte de los compromisos de deuda que Argentina tiene por más de $4200 millones en enero.
El regreso al mercado de capitales y la estrategia de financiamiento
La emisión de este miércoles marca un hito: es el regreso de Argentina al endeudamiento en moneda extranjera a través del mercado de capitales luego de un prolongado período. Al ser consultado sobre la fuente de divisas para el país, Caputo fue claro al señalar que «la cuenta financiera de la balanza de pagos será la fuente principal». Esto significa que el Gobierno apuesta a que los dólares ingresen por la vía de la deuda y, eventualmente, las inversiones extranjeras, más que por un fuerte superávit comercial.
El ministro vinculó el éxito de esta y futuras operaciones de financiamiento con la aprobación de las reformas enviadas al Congreso. «Es importante que salga el presupuesto y, sobre todo, las leyes. Las reformas que estamos mandando son la esencia de hacia dónde queremos ir», afirmó, señalando que esto permitiría al país «comprimir enormemente el riesgo país» y así obtener crédito más barato.
La defensa de la política cambiaria y la acumulación de reservas
Uno de los temas más sensibles abordados fue la lenta acumulación de reservas netas en el Banco Central, una crítica recurrente desde el sector financiero. Caputo justificó la estrategia con un argumento de costo: «Queremos que [la compra de dólares] sea lo más barata posible». Explicó que el Gobierno solo comprará divisas en la medida que crezca la demanda genuina de pesos, para no generar una suba artificial del tipo de cambio ni tener que emitir deuda interna (LELIQs) para esterilizar una emisión monetaria excesiva.
En este marco, descartó cualquier salida abrupta del actual esquema de bandas cambiarias. «Es muy pretencioso querer flotar de un día para el otro en un país que todavía tiene volatilidad política», afirmó, agregando que esta continuidad ya está consensuada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sus proyecciones indican que, dependiendo de la evolución de la demanda de dinero, el Central podría comprar entre $7000 y $21.000 millones de dólares durante 2026.
La colocación del miércoles será un primer y crucial termómetro de la confianza de los mercados internacionales en el plan económico del gobierno de Javier Milei. Si Caputo logra su objetivo de colocar $1000 millones a una tasa inferior al 9%, no solo aliviará la presión de pagos de enero, sino que enviará una señal positiva sobre la capacidad de Argentina de financiarse en condiciones razonables. El resultado de la licitación y el desarrollo del debate de las reformas en el Congreso serán los dos factores que definirán el rumbo financiero del país en los próximos meses.




