La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner permanecerá internada en el Sanatorio Otamendi durante la Nochebuena, mientras continúa su recuperación de una cirugía de apendicitis con peritonitis localizada.
Según la información del último parte médico oficial al que accedió la Agencia Noticias Argentinas (NA), la exmandataria presenta una evolución dentro de los parámetros esperables, sin fiebre, pero el tratamiento podría extenderse entre cinco y siete días. La paciente fue intervenida quirúrgicamente el pasado sábado tras presentar un cuadro agudo.
La noticia confirma que la principal referente opositora pasará las fiestas en el centro médico de la Ciudad de Buenos Aires. Desde su ingreso, su estado ha sido monitoreado a través de comunicados oficiales del sanatorio, que han informado sobre la aplicación de tratamiento antibiótico endovenoso y la colocación de un drenaje peritoneal, procedimientos estándar para su cuadro.
Evolución favorable pero con internación prolongada
El parte clínico detalla con precisión la situación de la paciente. El informe, firmado por las autoridades del Otamendi, señala que «continúa su evolución del cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada».
Los aspectos centrales de su tratamiento actual son:
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Tratamiento intensivo: Sigue recibiendo antibióticos por vía endovenosa para controlar la infección.
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Control postoperatorio: Se mantiene el drenaje peritoneal para evacuar fluidos, una práctica común tras este tipo de intervenciones.
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Pronóstico esperable: Los médicos destacan que su evolución se encuentra «dentro de los parámetros esperables» para la complejidad del cuadro, lo que se considera una señal alentadora.
Pese a la evolución favorable, el criterio médico es mantener la hospitalización para completar el ciclo completo del tratamiento. Las fuentes consultadas por NA indican que el proceso podría demandar entre cinco y siete días de internación, lo que modifica todos los planes previos para las fiestas.
Acompañamiento político y familiar en las puertas del sanatorio
Círculo político y militantes se movilizaron por la internación de Cristina Kirchner. En los últimos días, ellos mismos se congregaron alrededor del Sanatorio Otamendi para mostrar apoyo público a la ex presidenta. Su familia, por su parte, la acompaña de manera permanente.
Esta demostración partidaria no fue un hecho aislado. Simpatizantes mantuvieron una presencia constante con banderas y carteles frente a la clínica. La escena confirmó el peso político que Kirchner conserva, incluso con su prisión domiciliaria interrumpida por esta emergencia.
Ahora, su recuperación avanza bien, aunque con los cuidados que demanda una cirugía mayor. Los médicos ya anticipaban que pasaría la Nochebuena internada. Los próximos dos días definirán si recibe el alta antes de año nuevo o si se extiende hasta enero.




