En un encuentro envuelto en total secreto, altos funcionarios de Estados Unidos, Israel y Catar se reunieron el domingo en Nueva York para intentar salvar el frágil acuerdo de paz en Gaza.
Según informó el medio DW, se trató de la reunión de más alto nivel entre estos tres países desde que se selló el cese de hostilidades, un pacto que Catar ayudó a mediar pero que hoy pende de un hilo.
La cita, organizada por el enviado de la Casa Blanca Steve Witkoff, contó con la presencia del jefe del Mossad israelí, David Barnea, y un alto funcionario catarí, con la implementación del acuerdo como tema central.
Una cumbre para calmar las aguas tras meses de tensión
El encuentro tripartito llega en un momento crítico. Apenas un día antes, Catar y Egipto —los principales mediadores— habían pedido públicamente la retirada de tropas israelíes de Gaza y el despliegue de una fuerza internacional de estabilización para hacer cumplir el acuerdo. Este llamado refleja el malestar por las constantes acusaciones entre Israel y Hamás de violar los términos del alto el fuego, que han mantenido viva la violencia.
La reunión también sirvió como un canal discreto para seguir gestionando las secuelas de un grave incidente que casi hace colapsar la mediación catarí: el ataque aéreo israelí en Doha del pasado 9 de septiembre. Este ataque, que tenía como objetivo al principal negociador de Hamás y mató a seis personas, fue repudiado incluso por el presidente estadounidense Donald Trump y obligó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a presentar disculpas telefónicas.
Un acuerdo frágil sobre un territorio devastado
El diálogo en Nueva York intenta preservar un pacto que sigue siendo extremadamente delicado. Aunque el alto el fuego de octubre redujo la intensidad del conflicto, la violencia no ha cesado. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 350 palestinos han muerto en ataques israelíes desde que entró en vigor el cese de hostilidades, elevando el número total de víctimas en el territorio a más de 70,100 desde el inicio de la guerra en 2023. La situación humanitaria sigue siendo catastrófica, con la ayuda que entra en la Franja muy por debajo de las necesidades básicas de una población mayoritariamente desplazada.
La reunión secreta subraya la complejidad de lograr una paz duradera. Con Catar ejerciendo de puente, Estados Unidos presionando e Israel condicionando cualquier avance a sus demandas de seguridad, el futuro de Gaza y de sus más de dos millones de habitantes sigue pendiente de estas negociaciones que transcurren lejos de los focos.




