La Patagonia argentina enfrenta una grave emergencia ambiental mientras un incendio forestal sin control devasta la reserva El Turbio, junto al Parque Nacional Lago Puelo.
El fuego, que se inició hace ocho días, ha consumido ya más de 1.500 hectáreas de bosque nativo en plena cordillera, generando una intensa labor de combate por parte de brigadistas y equipos de apoyo en la provincia de Chubut.
El devastador avance de las llamas en el turbio
El siniestro, que comenzó el lunes 1 de diciembre, fue provocado por la caída de rayos en el sector conocido como Loma de la Chancha. Eduardo Pérez, subsecretario de Protección Ciudadana de Chubut, explicó que la zona es de «muy difícil acceso» y que las condiciones climáticas, con humo estancado y altas temperaturas, han complicado enormemente las tareas.
El fuego ha avanzado cerca de un kilómetro en las últimas 24 horas, impulsado por una sequía severa que ha afectado a la región durante todo 2025, dejando abundante material seco que actúa como combustible. Según informó LM Neuquén, esta combinación de factores ha exacerbado la situación, expandiendo el incendio sobre un valioso bosque nativo.
Obstáculos y esfuerzos en el combate contra el fuego
Más de 110 personas, incluyendo 66 combatientes y grupos de apoyo, están abocadas a las intensas tareas de extinción. El operativo cuenta con el respaldo de tres aviones hidrantes y dos helicópteros, aunque su despliegue a menudo depende de las posibilidades que ofrezca la meteorología para realizar los traslados a la primera línea de combate.
El Gobierno de Chubut, a través de la Secretaría de Bosques, ha reforzado el personal de línea para fortalecer la respuesta, mientras que el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) coordina las complejas acciones en terreno. Los bomberos y brigadistas enfrentan dificultades extremas para acceder a las zonas más afectadas, donde el combustible vegetal pesado arde de forma persistente.
Estrategias de contención y colaboración interinstitucional
Ante la complejidad del terreno y la magnitud del incendio, el SNMF ha implementado una estrategia de combate indirecto, que incluye la relocalización de campamentos y la construcción de fajas de ensanche. Una de estas fajas está prevista en la provincia de Río Negro para evitar la propagación, mientras que el equipo de Incendios y Emergencias del Parque Nacional Lago Puelo (ICE Lago Puelo) trabaja en el extremo de mayor altitud.
En este operativo sin precedentes colaboran activamente las bases de Golondrinas, El Turbio, Lago Puelo, Cholila, El Maitén y Epuyén, junto a la Brigada Nacional del SNMF, ICE Parques Nacionales (Nahuel Huapi, Los Alerces y Lago Puelo), SPLIF Río Negro, y diversas áreas técnicas del gobierno provincial, el Ministerio de Educación, Salud, el hospital rural y el Ejército Argentino, en una muestra de esfuerzo mancomunado frente a la catástrofe. La situación en Lago Puelo continúa siendo crítica, con el fuego avanzando y la comunidad en alerta máxima.
Los incansables esfuerzos de los equipos de emergencia reflejan la magnitud de este desafío ambiental que pone en jaque la riqueza natural de la Patagonia, esperando que las condiciones mejoren para poder controlar definitivamente las llamas.




