Alejandra Monteoliva asumirá este martes como nueva ministra de Seguridad de la Nación, tras la salida de Patricia Bullrich, quien dejó su cargo para incorporarse al Senado
La funcionaria adelantó que sostendrá la línea de trabajo impulsada por su predecesora, centrada en “reglas claras, profesionalismo y presencia territorial”. Parte de la información fue extraída de Radio3.
La renuncia de Patricia Bullrich al Ministerio de Seguridad, oficializada para asumir su banca en el Senado por La Libertad Avanza, abrió paso a la designación de Alejandra Monteoliva.
La nueva ministra confirmó el nombramiento a través de sus redes sociales, donde agradeció al presidente Javier Milei y resaltó la importancia del trabajo conjunto realizado con Bullrich desde diciembre de 2023.
Monteoliva destacó que la llamada “doctrina Bullrich”, basada en la combinación de firmeza institucional y despliegue operativo en el territorio, seguirá guiando las acciones del ministerio.
Un contexto desafiante para la seguridad interna
La llegada de Monteoliva se da en un momento clave para el Gobierno nacional, que enfrenta un incremento de delitos violentos y busca reforzar la coordinación entre fuerzas federales y jurisdicciones provinciales.
Desde su rol previo como secretaria de Seguridad, Monteoliva había tenido participación directa en la implementación de operativos y estrategias de control, lo que —según la Casa Rosada— garantiza una transición “ordenada y sin cambios bruscos”.
El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, destacó la labor de Bullrich durante el primer tramo de la gestión libertaria y respaldó la continuidad que representará Monteoliva al frente del ministerio.
Un mensaje de compromiso y proyección
La futura ministra aseguró que asume la responsabilidad con “vocación de servicio y continuidad”, y será presentada formalmente este martes. Su conducción buscará profundizar la estrategia de seguridad interna del Ejecutivo, sosteniendo el enfoque que la gestión Milei considera central en materia de orden público.
Con la designación de Monteoliva, el Gobierno apuesta a mantener sin sobresaltos la línea de seguridad que marcó el inicio de la administración libertaria. El desafío será responder a un contexto complejo, con demandas crecientes y un escenario que exige decisiones rápidas y coordinación permanente.




