El Pontífice recibió al mandatario ucraniano en Castel Gandolfo y subrayó la urgencia de avanzar en las iniciativas diplomáticas.
En un encuentro que marca la continuidad del compromiso vaticano con la paz, el papa León XIV recibió este martes al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la residencia de Castel Gandolfo. Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede, el Pontífice reiteró durante la reunión su «urgente deseo» de que las conversaciones diplomáticas culminen en una «paz justa y duradera» para poner fin a la guerra con Rusia. La información sobre el encuentro fue originalmente reportada por el medio internacional DW.
Esta visita, que duró aproximadamente 40 minutos, constituye la tercera reunión entre ambos líderes desde la elección de León XIV en mayo. El diálogo se centró en el conflicto, la situación de los prisioneros de guerra y el sensible tema de los niños ucranianos desplazados, reflejando la agenda humanitaria que la Santa Sede ha priorizado desde el inicio de la invasión.
Una conversación cordial centrada en el camino diplomático
De acuerdo con el comunicado oficial, «durante la cordial conversación, que se centró en la guerra en Ucrania, el Santo Padre reiteró la necesidad de continuar el diálogo». Este mensaje refuerza la postura constante del Vaticano, que ha actuado como facilitador humanitario y voz moral, abogando por el cese de las hostilidades y una solución negociada.
El encuentro ocurre en un momento crucial, mientras Ucrania mantiene una intensa ronda de contactos con líderes europeos para buscar apoyo a su proceso de paz. Tras la audiencia con el Papa, Zelenski tenía previsto reunirse en Roma con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Los pilares humanitarios: prisioneros y el regreso de los niños
Más allá del llamado general a la paz, la Santa Sede detalló que el Papa hizo «referencia a la cuestión de los prisioneros de guerra y a la necesidad de garantizar el regreso de los niños ucranianos a sus familias». Este punto subraya la dimensión humana de la tragedia y el trabajo concreto que la diplomacia vaticana ha intentado impulsar en canales discretos.
La preocupación por los menores es particularmente sensible. Organizaciones internacionales han documentado miles de casos de niños ucranianos llevados a territorio ruso, una situación que Kiev califica de deportación ilegal y que representa uno de los mayores obstáculos humanitarios y políticos para cualquier futura normalización.
Una agenda de paz en medio de la guerra
La visita de Zelenski al Papa se enmarca en una gira más amplia por Europa destinada a consolidar el respaldo internacional al «plan de paz» ucraniano y a discutir la seguridad futura del continente. El Vaticano, por su parte, ha mantenido una línea diplomática independiente, buscando mantener canales de comunicación abiertos con todas las partes, incluida Rusia, aunque sin reconocer las anexiones territoriales.
Este tercer encuentro en menos de siete meses demuestra la importancia que ambos otorgan a este canal de diálogo. Para Zelenski, es una oportunidad de proyectar su causa en un foro de inmensa autoridad moral global. Para el Papa León XIV, es la continuación de su misión de ser una voz por la paz, recordando al mundo que detrás de las estrategias geopolíticas hay vidas humanas que exigen una solución.
El camino hacia una paz «justa y duradera», como la desea el Pontífice, sigue siendo empedrado y complejo. Sin embargo, encuentros como este recuerdan que el diálogo, incluso en medio de las bombas, no solo es necesario, sino urgente. La comunidad internacional observa si estos esfuerzos diplomáticos podrán, finalmente, traducirse en un alto al fuego concreto y en el inicio de una reconstrucción basada en la justicia.




