La Comisión Europea (CE) anunció este martes la apertura de una investigación formal contra Google.
El organismo sospecha que el gigante tecnológico podría haber violado las normas de competencia de la UE al utilizar contenidos de creadores en línea para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial (IA) sin una compensación adecuada y sin ofrecer la posibilidad de rechazar su uso.
Esta decisión marca un nuevo frente en los esfuerzos de Bruselas por regular el poder de las grandes plataformas digitales y proteger los derechos de los creadores de contenido.
El núcleo de la sospecha: contenidos usados sin permiso ni pago
La investigación se centra en dos servicios de IA de Google: «AI Overviews», que muestra resúmenes generados por IA en los resultados de búsqueda, y «AI Mode», una pestaña de búsqueda conversacional. La Comisión Europea sospecha específicamente que la empresa usó el contenido de editores web, así como vídeos y otros materiales subidos a YouTube, para entrenar estos modelos.
El problema radica en que, según la CE, Google podría haberlo hecho sin ofrecer una compensación justa a los creadores y sin darles una opción realista para negarse, ya que hacerlo podría afectar su visibilidad en el motor de búsqueda. Además, las políticas de YouTube prohíben a los competidores usar sus contenidos para entrenar sus propias IAs, lo que, según la investigación, podría otorgar a Google una ventaja injusta.
Una posible infracción por abuso de posición dominante
La investigación examinará si estas prácticas constituyen la imposición de «términos y condiciones injustos» y un abuso de posición dominante, algo prohibido por las estrictas normas de competencia de la Unión Europea. El Reglamento de Mercados Digitales (DMA), una normativa pionera, busca precisamente evitar que las grandes «guardianas de acceso» digitales obtengan ventajas injustas.
Si la Comisión concluye que hubo una infracción, Google podría enfrentar una multa de hasta el 10% de su facturación anual mundial. La CE ya ha impuesto sanciones históricas por infracciones de la DMA a otras grandes tecnológicas, como una multa de 200 millones de euros a Meta y otra de 500 millones a Apple en abril de 2025.
Un precedente crucial para el futuro de la IA y los creadores
Este caso trasciende a Google y establece un precedente crucial para toda la industria. Plantea preguntas fundamentales sobre cómo deben compensarse los creadores de contenido cuyo trabajo alimenta los modelos de IA generativa, un sector en rápida expansión. También pone a prueba la capacidad de los reguladores para aplicar las nuevas normas digitales a tecnologías emergentes y complejas.
La apertura de una investigación formal no prejuzga el resultado final, pero refleja la determinación de la UE de garantizar que la innovación en IA se desarrolle dentro de un marco de competencia leal y respeto por los derechos de propiedad intelectual. El desenlace de este proceso podría redefinir las reglas del juego para gigantes tecnológicos, medios de comunicación y creadores independientes por igual. La información sobre la apertura de la investigación fue reportada por la agencia internacional DW.




