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Un equipo de siete argentinos hizo historia al ganar el Hackathon NASA International SpaceApps Challenge con su innovadora aplicación Aónikenk. Como premio, la agencia espacial los invitó a visitar su sede central en Washington D.C., Estados Unidos.

La app creada por el grupo de profesionales, que toma su nombre de un pueblo indígena de la Patagonia argentina, permite visualizar y comprender la actividad sísmica lunar de una forma nunca antes vista.

Aónikenk es un proyecto multifacético que combina datos científicos, diseño intuitivo y tecnología de vanguardia. La aplicación presenta un mapa interactivo de la Luna, donde los usuarios pueden explorar y observar en tiempo real la ubicación, magnitud y frecuencia de los sismos lunares. Además, ofrece información detallada sobre cada evento sísmico, incluyendo su profundidad, tipo de onda y posibles causas.

Detrás de este proyecto se encuentra un grupo de talentosos profesionales de diferentes provincias argentinas: Tomás Liendro, ingeniero mecánico de Córdoba, Fabián Burgos, ingeniero electrónico de Santa Fe, Lautaro Mendieta, ingeniero en telecomunicaciones de Entre Ríos, Juan Losarcos, geólogo de La Pampa, Santiago Núñez, ingeniero electrónico y analista programados de Chubut, Dolores Avalis, diseñadora industrial de San Luis y Sol Maldonado Betanzo, la mentora, ingeniera electrónica de Chubut.

“El grupo se formó en 2020, en plena pandemia, en el marco de la competencia Open Space”, contó Sol Maldonado a TN Tecno. “Para armar el equipo recurrimos a compañeros del trabajo, de la universidad y compañeros. Así nos convertimos en un grupo de amigos que se reunía noche de por medio a diseñar un rover lunar. Luego de haber ganado Open Space, siguieron entrando algunos chicos más que nos contactaron por redes sociales, y se integraron perfectamente al equipo”.

“Nuestro grupo, llamado Spacebee Technologies, trabaja desde hace tiempo en un rover lunar”, explicó Santiago Núñez. “Sol se enteró del hackatón de la NASA y nos preguntó si queríamos ingresar. Nosotros sabíamos que teníamos no solo las capacidades para participar en algo así, sino también chances de ganar”.

El Hackathon NASA SpaceApps Challenge dura solo un fin de semana y es el más grande del mundo en su especialidad. “Esta edición reunió a 58.000 personas alrededor del planeta para participar en la resolución de desafíos de la Tierra y el Espacio. El evento disponía de diversas sedes para participar de forma presencial en más de 185 países. Nosotros, al ser un equipo federal y no poder reunirnos en un mismo lugar, participamos del evento global de forma online”, explicó Fabián Burgos.

Para inscribirse, el grupo tuvo que acotarse a siete miembros, la cantidad permitida en la competencia. “Una vez adentro, el tema fue decidir en qué desafío participar. Vimos uno sobre Moonquakes (terremotos lunares) y nos pareció interesante porque el grupo ya venía trabajando y estudiando sobre la Luna. Y además nos pareció una excelente oportunidad para profundizar en el tema”, agregó Núñez.

“La propuesta inicial de la app fue de la NASA misma, la cual lanzó una serie de desafíos disponibles con temáticas como el cambio climático, exploración de asteroides, turismo espacial y exploración de la luna, entre muchos otros. Nosotros, que veníamos trabajando en el desarrollo de un robot lunar desde 2020, elegimos hacer una app sobre la Luna”, acotó Lautaro Mendieta.

El desafío que tomó el grupo planteaba una serie de requisitos mínimos, como por ejemplo la realización de un modelo 3D de la Luna que se pueda rotar y tener a disposición los datos de los sismógrafos de las misiones Apollo. Luego, venían una serie de pruebas más avanzadas: visualización de la transición día-noche (efecto de la iluminación del sol), poder visualizar datos de los sismógrafos en gráficos y mapas topográficos. “Cumplidos todos estos requisitos, es donde venía una parte que ansiábamos: incluir algo sobre nuestro Rover-Tito, que es el nombre de nuestro rover lunar. Así fue como llegamos a incluir un minijuego en primera persona, en el cual el personaje puede explorar la superficie de la Luna hasta que llega a encontrarse con Rover-Tito”, expresó Mendieta a TN Tecno.

Sin embargo, según cuenta el joven entrerriano, el mayor desafío de la competencia fue el tiempo: la app debía ser diseñada y desarrollada en un solo fin de semana. “Eso nos mantuvo hasta el domingo a última hora desarrollando partes de la app y haciendo pruebas”, explicó.

Burgos relató que durante 48 horas, el equipo se sumergió en un torbellino de trabajo y aprendizaje: “Descargamos y analizamos datos sísmicos lunares, programamos la lógica del mapa, diseñamos una interfaz atractiva y preparamos una presentación para el jurado”.

La NASA sorprendió al mundo con una imagen intrigante de un objeto en rápida rotación cerca de la Luna, inicialmente confundido con un OVNI debido a su forma alargada.

Sin embargo, el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA y el Korea Pathfinder Lunar Orbiter (KPLO), también conocido como Danuri.

El KPLO, una sonda lunar perteneciente al Korea Aerospace Research Institute, se cruzó en el campo de visión del LRO mientras ambos orbitaban cerca de la Luna. Este encuentro inusual, capturado por la cámara del LRO, ofrece una visión fascinante de la exploración espacial y la colaboración internacional en la investigación lunar.

Aunque la sincronización para capturar la imagen fue precisa, las altas velocidades de ambos objetos causaron cierto desenfoque en la imagen.

La NASA despliega aviones jet WB-57 y equipos científicos para investigar el eclipse solar total del 8 de abril de 2024, con el objetivo de estudiar la corona solar y la ionosfera terrestre.

La NASA está llevando a cabo un proyecto ambicioso con motivo del eclipse solar total que ocurrirá el 8 de abril de 2024. Tres equipos científicos financiados por la agencia espacial utilizarán aviones jet WB-57, posicionados estratégicamente a más de 15.240 metros sobre la superficie terrestre, para estudiar tanto la corona solar como la ionosfera de la Tierra.

Pam Melroy, subdirectora de la NASA, señaló que este evento proporcionará una oportunidad invaluable para recolectar datos sobre la corona solar, un área que aún presenta muchos misterios para los científicos. Los investigadores esperan entender mejor fenómenos como la alta temperatura de la corona, que es millones de grados más alta que la superficie solar.

El proyecto involucra a equipos dirigidos por Shadia Habbal de la Universidad de Hawaii y Amir Caspi del Southwest Research Institute en Boulder, Colorado. Estos equipos se centrarán en estudiar la composición química de la corona, las eyecciones de masa coronal y otras características solares utilizando espectrómetros y cámaras avanzadas.

Además, un tercer equipo investigará cómo la sombra del eclipse afecta la ionosfera terrestre, lo que proporcionará información crucial sobre cómo los cambios en la radiación solar pueden influir en tecnologías como el radar y el GPS.

Los aviones jet WB-57 ofrecen ventajas significativas para la observación de eclipses al volar a altitudes superiores a las de los aviones comerciales, lo que les permite evitar las nubes y capturar imágenes más nítidas. Además, su velocidad les permite extender el tiempo de observación del eclipse.

Tony Casey, operador de equipos de sensores, describió el proyecto como «extremadamente emocionante» y destacó la claridad visual sin precedentes que se espera desde la altitud del avión. Casey, conocido por sus impresionantes fotografías de eventos aeroespaciales, espera capturar imágenes únicas del eclipse solar total del 2024 desde su posición elevada en el cielo.

Sol Maldonado Betanzoingeniera electrónica de Comodoro Rivadavia forma parte de los siete jovenes de entre 25 y 28 años que se consagraron ganadores del hackatón NASA International Space Apps Challenge 2023. La joven es ex becaria de Pan American Energy en la UNPSJB.

A fines de 2023 un grupo de siete jóvenes argentinos, oriundos de seis provincias distintas de nuestro país, se consagraron ganadores del hackatón NASA International Space Apps Challenge, una competencia de prestigio mundial. Allí presentaron su aplicación, Ainoken, que consiste en un mapa 3D de la Luna donde se muestran los eventos de los lunamotos, detectados a partir de instrumentos que fueron dejados durante las misiones Apolo.

A través de un mail se enteraron del glorioso triunfo, y supieron que tienen la posibilidad de asistir a la ceremonia de premiación en Estados Unidos el próximo 4 de junio. Mientras recaudan fondos para poder viajar, trabajan en los avances de otro de sus prometedores proyectos, RoverTito, el primer rover lunar de América Latina. En diálogo con la prensa, cuentan de dónde viene su pasión por el espacio, y el deseo de inspirar a las nuevas generaciones.

Tomás Liendro tiene 27 años, es ingeniero mecánico y el líder del equipo. Nacido en Santa Cruz, actualmente vive en Villa Carlos Paz, Córdoba, junto a su pareja -que cumple el rol de mentora-, Sol Maldonado Betanzo, de 28, ingeniera electrónica, oriunda de Comodoro Rivadavia, Chubut, quien es ex becaria de Pan American Energy en la UNPSJB. Dolores Avalis, de 26, es diseñadora industrial, oriunda de Villa Mercedes, San Luis, y erradicada en San Carlos de Bariloche, Río Negro. Fabián Burgos, de 25, es ingeniero electrónico y nació en Sunchales, Santa Fe, pero también vive en Bariloche. Lautaro Mendieta, de 28, es ingeniero en telecomunicaciones, porteño de nacimiento, se instaló en Viale, Entre Ríos. Juan Manuel Losarcos, de 27, es geólogo, oriundo de Santa Rosa, La Pampa, y está cursando su doctorado en Geología Planetaria en Illinois, Chicago. Santiago Núñez es ingeniero electrónico y analista programador universitario, comoderense y residente de su ciudad.

Tomás Liendro y Sol Maldonado Betanzo son pareja: él es el líder del equipo y ella se desenvolvió como mentora del grupo de seis integrantes.

Todos ellos forman parte del proyecto que ganó, y aunque trabajan codo a codo hace casi dos años, todavía varios de ellos no se conocen personalmente. “No tenemos ni una sola foto todos juntos, porque como esto nació en pandemia, todo fue a través de meets, lo que nos permitió ser un equipo federal, y que no hubiera barreras geográficas”, expresa Sol. El día de la premiación en Estados Unidos, cuando visiten la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) será la primera vez que estarán reunidos frente a frente, y sueñan con ese momento.

Aunque tienen distintas formaciones profesionales, cada uno aportó sus conocimientos, y tienen en común una inmensa motivación. Con tan solo una hora de charla con ellos se percibe el respeto que los caracteriza y la admiración que sienten como colegas por los logros que han alcanzado. Por más numerosa que sea la conversación, ninguno quiere interrumpir al otro, quieren darle lugar a que todos participen, y ninguno busca protagonismo, sino brindar servicio. “Desde muy chiquito me gustaba la electrónica, es algo que se mantuvo siempre en mi vida y después con el paso de los años me fui formando, pero recién cuando entré a este equipo empecé a estar más inmerso en el diseño espacial”, explica Fabián sobre sus inicios. Algo similar dice Dolores, que cuenta que cuando era niña le encantaba dibujar, armar y desarmar cosas. para indagar cómo funcionaban.

“Este concurso me hizo descubrir nuevas aficiones, porque sino me hubiera sumado, realmente no me habría dado cuenta de que me gusta mucho la configuración física, y hoy en día estoy trabajando en eso, en la parte satelital”, explica la diseñadora industrial. A su vez, todos coinciden en que todo lo relacionado al espacio siempre les generó curiosidad, pero lo veían como algo “muy lejano”, sin imaginar que podría ser su campo de estudio en el futuro. “Como la mayoría, más que en un documental o en una película de ciencia ficción, nos parecía imposible llegar al espacio, pero cuando uno trabaja con gente que le gusta lo que hace, que está apasionada, las oportunidades aparecen, y esto fue posible gracias a que se juntaron un par de chicos convencidos de podían hacer un proyecto de alta tecnología, y demostraron que los profesionales argentinos tenemos una capacidad increíble, y que simplemente necesitamos trabajar en conjunto”, sentencia Juan Manuel, conectado a la charla desde Chicago.

Después de haberse consagrado en el OpenSpace 2020/21, gracias al diseño de RoverTito, un robot autónomo de dos kilos que lleva seis motores y cámaras que sirven para identificar el entorno y planificar qué camino debe tomar en la Luna, en la edición 2023 volvieron a presentarse, y lograron consagrarse como uno de los 10 equipos ganadores entre 57.000 personas y 8715 equipos de todo el mundo. Esta vez participaron 5.556 proyectos, todos enfocados en crear soluciones innovadoras.

Ellos desarrollaron lo que bautizaron como Ainoken, un mapa interactivo de terremotos lunares (moonquakes) a través de una aplicación web que permite monitorear la actividad sísmica en superficie lunar, basada en datos de sismógrafos de la NASA. “Incorporamos mapas detallados y una sección de colaboración para futuras misiones, incluso integramos un chatbot con inteligencia artificial para responder preguntas sobre la exploración lunar, un simulador lunar y la posibilidad de utilizar realidad aumentada”, cuentan entusiasmados.

Hicieron cuentas y estiman que entre pasajes y estadía requerirán un mínimo de 3.500 dólares por persona. “Estuvimos hablando con mucha gente, para ver quién podría apoyarnos, desde algunos privados y también entes municipales, y si todo sale bien, con la ayuda de algunos organismos podríamos cubrir cuatro pasajes, pero faltarían dos más, es decir, 7.000 dólares, una cifra bastante elevada”, revela la mentora del equipo. Con mucho respeto, confiesan que todavía no pidieron ayuda a través de las redes sociales, porque no quisieran tener que recurrir a la solidaridad ciudadana. “Sabemos cómo está todo hoy, y primero queremos tocar todas las puertas posibles para encontrar sponsors, estamos en esa búsqueda para todo el que nos quiera ayudar”, indican, y ofrecen como medio de contacto su cuenta de Instagram, @spacebeetech.

Fuente: Infobae

El 2 de marzo de 1972, la NASA lanzó la nave Pioneer 10, primera sonda que atravesó el cinturón de asteroides y que llegó hasta el planeta Júpiter, el objetivo principal de su misión.

La nave, que cumple 52 años de viaje, siguió su camino hacia el confín del Sistema Solar hasta que se perdió contacto con ella en 2003, cuando se encontraba a 12.000 millones de kilómetros de la Tierra, recordó este viernes la agencia Europa Press.

En la actualidad, la nave se dirige hacia la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, adonde llegará dentro de 1.690.000 años.

Lo que hace célebre a esta nave, además de su tiempo de viaje, es que contiene una placa inscripta con un mensaje simbólico que informa a eventuales civilizaciones extraterrestres con las que pudiera cruzarse, acerca del ser humano y su lugar de procedencia, la Tierra, una especie de mensaje en una botella interestelar.

En la placa aparece, a la derecha, la imagen de la sonda con el único fin de dar proporción a las dos figuras humanas dibujadas delante, una femenina y otra masculina.

A la izquierda, figuran un haz de líneas que parten radialmente de un mismo punto; ese punto es el planeta Tierra; las líneas indican la dirección de los púlsares más significativos cercanos a nuestro sistema solar y en cada uno, en sistema de numeración binario, la secuencia de pulsos de cada uno; este apartado constituye nuestro «domicilio» en el universo; una civilización técnicamente avanzada, con conocimiento de los púlsares, podría interpretar la placa.

En la parte inferior se representa un esquema del sistema solar, con los planetas ordenados según su distancia respecto al Sol y con una indicación de la ruta inicial de la sonda Pioneer 10.

La placa fue diseñada y popularizada por el astrónomo y divulgador estadounidense Carl Sagan y por el también astrónomo estadounidense Frank Drake.

Fuente: Télam

El hallazgo ofrece nuevas esperanzas en la búsqueda de mundos con condiciones atmosféricas propicias para albergar vida.

TOI-715 b, con un tamaño un 50% mayor que la Tierra, completa su órbita alrededor de una enana roja en solo 19 días terrestres.

Su órbita estrecha facilita su detección y observación frecuente, permitiendo a los científicos estudiar sus características con detalle.

La intrigante posibilidad de que su sistema planetario albergue otro planeta habitable abre nuevas perspectivas en la búsqueda de vida extraterrestre.

Las enanas rojas, como la estrella madre de TOI-715 b, son consideradas por la NASA como prometedoras para encontrar planetas habitables.

Aunque más pequeñas y frías que nuestro Sol, estas estrellas permiten la formación de mundos rocosos lo suficientemente cerca como para mantener temperaturas adecuadas para la existencia de agua líquida en sus superficies, un requisito esencial para la vida.

Este descubrimiento, liderado por Georgina Dransfield de la Universidad de Birmingham, marca un avance significativo en la exploración de mundos más allá de nuestro sistema solar.

Benjamín Cinto tiene 24 años, es de Gualeguaychú, Entre Ríos, estudiante de último año de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y fue reconocido a nivel internacional por ganar un concurso de la NASA donde compitió contra ingenieros y diseñadores profesionales de todo el mundo. El premio es tras la presentación de uno de sus trabajos prácticos lo que se convirtió en un mecanismo reconocido por la NASA.

De un total de 10 preseleccionados, el joven quedó en el primer lugar con la «llave egipcia».

Qué es la «llave egipcia» creada por el joven que fue premiado por la NASA

La «llave egipcia» se trata, según explicó un medio de Entre Ríos, «es un mecanismo de cerradura utilizado desde el antiguo Egipto donde, al insertar el pasador en forma de cuña, se levantan los pestillos que al avanzar caen y lo bloquean».

Y agregó: «Combinando este mecanismo con pestillos en forma de cuña, con un ángulo de entrada de 20° y una fuerza de activación de 26 N, se comprimen los resortes de las cuñas. A medida que el pasador avanza hasta la parte de 70° de la cuña, estos mismos resortes generan una componente de fuerza axial de 200 N».

Hasta julio de este año, el estudiante trabajó como programador en el área de sistemas, y estos últimos meses estuvo completamente enfocado en la meta de terminar la carrera.

La NASA lanzó una misión para estrellar deliberadamente una nave espacial contra un asteroide, un ensayo de defensa ante la posibilidad de que la humanidad necesite un día impedir que una roca espacial gigante acabe con la vida en la Tierra.

El DART (Double Asteroid Redirection Test) despegó en la noche del martes a bordo de un cohete SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, según informó la agencia de noticias AFP.

Su objetivo es Dimorphos, una “luna” de unos 160 metros de ancho, que rodea a un asteroide mucho mayor llamado Didymos (780 metros de diámetro). Juntos, forman un sistema que orbita en torno del Sol.

“Hemos recibido nuestras primeras señales de #DARTMission, que continuará desplegando sus paneles solares en las próximas horas y se preparará para su viaje de ida y vuelta de 10 meses al asteroide”, agregó la agencia espacial.

El impacto debería producirse en el otoño boreal de 2022, cuando el par de rocas se encuentren a 11 millones de kilómetros de la Tierra, el punto más cercano al que pueden llegar.

“Lo que estamos tratando de aprender es cómo desviar una amenaza”, dijo el principal científico de la NASA, Thomas Zuburchen, en una teleconferencia con la prensa sobre el proyecto de 330 millones de dólares y el primero de este tipo.

La NASA explicó que comenzará cerca de las 4 y alcanzará su máxima visibilidad a las 6 de la mañana en el territorio argentino.

Este viernes por la madrugada ocurrirá el eclipse lunar más largo del siglo ya que durará casi tres horas y media. Se podrá observar en todo el territorito nacional y en gran parte del mundo.

Según explicó la NASA, el fenómeno comenzará cerca de las 4 y alcanzará su máxima visibilidad a las 6 de la mañana en el territorio argentino.

Respecto a la mejor ubicación para verlo en el país, esta será el noroeste ya que se podrá ver el máximo completo y algunos minutos de la reducción de la sombra.

 

Estados Unidos consideró que China es “irresponsable” con su basura espacial, tras la polémica por el destino final del cohete Long March 5B, que orbitó por casi 48 horas sin control y mantuvo en vilo al mundo.

Desde la NASA criticaron el accionar de las autoridades del Partido Comunista y afirmaron que el país asiático no cumple con estándares de calidad.

Luego de que uno de los componentes del aparato, El March 5B, regresara en las últimas horas a la atmósfera terrestre sobre las islas Maldivas, en el Océano Índico, el senador Bill Nelson, administrador de la NASA, emitió un comunicado: “Está claro que China no está cumpliendo con los estándares de responsabilidad sobre su basura espacial”.

Asimismo aseguró: “Es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes espaciales actúen de manera responsable y transparente en el espacio para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior”, de acuerdo con lo publicado por el diario El País.

Si bien la mayor parte del cohete ardió en su reingreso a la atmósfera, varios usuarios de redes sociales reportaron avistamientos desde Jordania, Omán u Arabia Saudí y decenas de personas compartieron imágenes de los restos cayendo mientras amanecía en Medio Oriente.

En la misma línea en que se pronunció Nelson se manifestó el astrofísico de Harvard Jonathan McDowell, que rastreó el trozo de cohete y escribió en Twitter: “Estadísticamente, una reentrada en el océano siempre fue lo más probable. Parece que China ganó su apuesta… Pero aun así fue imprudente”.

En general, las fases de cohete que se desprenden en el proceso de lanzamiento vuelven a la atmósfera poco después, normalmente sobre el agua, y no llegan a entrar en órbita. El propulsor de unos 30 metros fue uno de los restos de basura espacial más grandes en caer a la Tierra.

Qué dijo China sobre el cohete Long March 5B

La agencia china de noticias Xinhua aclaró hoy que la reentrada había ocurrido a las 10:24 de la mañana, hora de Pekín. “La gran mayoría de los elementos ardieron hasta volverse irreconocibles durante el progreso de reentrada”, agregó. Las coordenadas dadas, citando a la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China, sitúan el punto de impacto en el océano, al oeste del archipiélago de las Maldivas.

El cohete Long March 5B puso en órbita el 29 de abril el módulo principal de la Tianhe, o Armonía Celestial, la primera estación permanente de China, que tiene previsto hacer 10 lanzamientos más para poner en órbita nuevos componentes de su estación espacial.

El programa espacial chino, muy vinculado al Ejército, no aclaró de todos modos por qué envió al espacio el componente principal del cohete en lugar de permitir que cayera de nuevo a Tierra poco después de separarse de su cargamento, como suele hacerse en operaciones de esa clase.

En esta imagen del 29 de abril de 2021 difundida por la agencia noticiosa china Xinhua, se ve el despegue de un cohete Long March 5B que transporta un módulo para la estación espacial china, desde la base de lanzamiento de Wenchang, en la provincia de Hainan, en el sur de China. (Ju Zhenhua/Xinhua via AP, Archivo)

En esta imagen del 29 de abril de 2021 difundida por la agencia noticiosa china Xinhua, se ve el despegue de un cohete Long March 5B que transporta un módulo para la estación espacial china, desde la base de lanzamiento de Wenchang, en la provincia de Hainan, en el sur de China.