A partir de mayo de 2024, los inquilinos que operan bajo los contratos estipulados por la Ley de Alquileres de 2020, que fue derogada posteriormente, enfrentarán un aumento histórico en el costo de los alquileres. Este ajuste, que sigue el Índice de Contratos de Locación (ICL), impondrá un incremento del 221% sobre los valores actuales.
El mecanismo de ajuste multiplica el alquiler que se pagaba desde hace un año por 3.21. Por ejemplo, un alquiler que costaba $100.000 mensuales se elevará a aproximadamente $321.000. De igual manera, los que abonaban $200.000 mensuales deberán ajustar sus pagos a cerca de $642.000, y estos valores regirán desde mayo de 2024 hasta abril de 2025.
El ICL, que se elabora combinando a partes iguales las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y del Índice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), es calculado por el Banco Central. A pesar de la fuerte subida del ICL, la inflación aún lo supera ampliamente. Para marzo de 2024, el IPC anualizado alcanzó un 287.9%, mostrando una diferencia notable con el aumento del ICL y señalando una disminución en el poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación general.
Esta situación se agrava aún más en el contexto de una economía con incrementos generalizados en los precios, lo que pone presión adicional sobre los inquilinos que ya enfrentan cargas financieras elevadas. Aunque en algunos barrios de la ciudad de Buenos Aires se observa una reducción en los precios de alquiler para nuevos contratos, los precios iniciales continúan siendo altos, dificultando la accesibilidad de muchas familias a viviendas adecuadas.
La oferta de alquileres ha aumentado significativamente, con un crecimiento del 134% desde principios de año, según datos del Observatorio Estadístico del Colegio Profesional Inmobiliario. Esto podría indicar un mercado que se está ajustando a las nuevas condiciones económicas, pero el impacto de estos ajustes en los inquilinos actuales será una prueba considerable de su capacidad para manejar estos cambios sin precedentes en los costos de vida.