El uso de vapeadores entre adolescentes volvió a encender alarmas en el Congreso. En el Senado se presentó un nuevo proyecto que apunta a reforzar las restricciones ya vigentes sobre estos dispositivos. La propuesta, impulsada por legisladores preocupados por el impacto sanitario, busca prohibir no solo la venta y entrega gratuita a menores, sino también la exhibición, publicidad y patrocinio de vapeadores en todo el país.
Según sus impulsores, el consumo ha crecido de forma preocupante entre los jóvenes, generando adicción y serios riesgos para la salud. El texto incluye sanciones severas: desde multas económicas, hasta clausura de comercios y decomiso de productos.
Cruce de posiciones: entre la salud pública y el uso regulado
El proyecto despertó críticas desde sectores que defienden un uso regulado del vapeo. Desde la organización Vapeo Responsable, señalaron que la prohibición total vigente desde 2011 no impidió que los menores accedan a estos dispositivos, sino que fomentó un mercado negro sin control.
Alberto Gómez Hernández, vocero de la World Vapers’ Alliance, afirmó que «vapear es al menos un 95% menos nocivo que fumar», y que es fundamental que esa información esté disponible para adultos que buscan dejar el cigarrillo. Además, sostuvo que el veto generalizado impide conocer alternativas menos dañinas.
El debate por una regulación moderna y efectiva
En medio del avance del proyecto, distintas agrupaciones ciudadanas reclaman un enfoque más equilibrado. Proponen una legislación moderna que combine control de edad, trazabilidad de los productos y venta exclusiva en tiendas especializadas.
“Necesitamos regular, no esconder el problema”, subrayó Gómez Hernández, quien también informó que lanzaron una petición para exigir el fin de la prohibición total y avanzar hacia un marco legal que proteja a los adolescentes, pero permita el acceso legal y controlado a los adultos.
El proyecto divide aguas en el Congreso
Mientras el Senado comienza a debatir la propuesta, la discusión se amplía con las voces de médicos, organismos de salud y asociaciones de consumidores, que piden participar en la redacción de la norma. Lo cierto es que el proyecto no solo busca frenar la expansión del vapeo juvenil, sino también reconfigurar el marco legal de la nicotina en Argentina, abriendo un debate que recién comienza. La información fue extraída del medio La17.