Daniel Roy y Pablo Wegrzyn presentarán el libro sobre el incendio que consumió más de 20 mil hectáreas. Un documento fotográfico con relatos. Se presentará también en Comodoro y lo recaudado será destinado a la restauración de bosques.
El 15 de febrero pasado se cumplió un año del gran incendio forestal que consumió más de 20 mil hectáreas de bosques nativos en la localidad de Cholila, del que aún están presentes las consecuencias de las llamas arrasadoras.
Fueron muchas personas las que trabajaron a diario, incansablemente para tratar de apagar el fuego que consumía miles de hectáreas, entre ellos Daniel Roy Wegrzyn, un piloto de la zona, quien compartía a diario los trabajos que realizaba en sus vuelos por los bosques.
Daniel junto a su hijo Pablo, decidieron recopilar fotohgrafias y relatos acerca del gran siniestro que afectó la cordillera y a cientos de pobladores, y tras varios meses de trabajo y dedicación, en mayo presentarán su libro «Entre Nubes de Humo. Crónica de un vuelo».
«Es principalmente un documento fotográfico, pero que, en el contexto de un vuelo realizado el día 26 de marzo de 2015, relata las vivencias de esos terribles días, reflexiona sobre lo actuado, destaca los actos de personas que combatieron el fuego, pero por sobre todas las cosas es un recordatorio, una herramienta para no olvidar, para que al menos, parte de lo vivido redunde en un aprendizaje ante futuras similares situaciones», señaló Daniel.
Quien además confirmó a El Patagónico, que la presentación oficial del libro se realizará en la primera semana de mayo en Buenos Aires, luego en Bariloche, Esquel y también Comodoro Rivadavia, aunque aclaró que todavía no hay fechas concretas.
Todo lo recaudado por la venta del libro se aplicará a la restauración de los bosques nativos de Cholila afectados por el gran incendio forestal, es que en la cordillera el incendio no quedó en el olvido y todos sus pobladores lamentan aún las consecuencias.
«A un año del incendio de Cholila nuestra mente se niega a admitir lo ocurrido pero basta con levantar la vista para ver las cicatrices: las montañas ya no son verdes y el bosque ya n es bosque. Fuimos testigos cercanos de la capacidad de destrucción del fuego, día tras días veíamos su avance con angustia, credulidad y viendo desaparecer su paisaje. Hoy la vegetación pugna por renacer, el bosque demanda nuestra ayuda y aporte, tendámosle una mano», aseguran.
Fuente: Diario El Patagonico