En 1978 llegué a Comodoro Rivadavia con veintitrés años y monedas. Uno de los tres trabajos que en pocos meses pude tener, a Dios gracias, fue la incorporación al equipo de noticias del viejo y querido Canal 9, que por entonces emitía en blanco y negro.
Un gran periodista, de aquellos de raza, Don César Campoy era el Jefe de Prensa y de él y del querido José Andrés Chicha el otro integrante del área, guardo hermosos recuerdos y entre otras cosas valoro las enseñanzas que los dos me transmitieron, y que ahora ya en mi tercera edad, en algunos casos recién dimensiono cuánto marcaron mi vida personal y profesional.
Qué tiene que ver este recuerdo con el título de Pobre Das Neves, ahora lo entenderán. En muchas oportunidades hablábamos con César y Chicha sobre la responsabilidad del periodismo en la sociedad, los límites, hacíamos autocrítica y nos comprometíamos en acompañar o criticar según correspondiera hechos de la sociedad civil, del gobierno o políticos.
En la oficina había varios cuadritos con pensamientos rectores. Uno de ellos expresaba “No escribas como periodista, lo que no unto: Pobre Das Neves
Para: Luis Dupuy <dupuy2019@gmail.com>puedas sostener como caballero,” honestamente no me acuerdo si se le atribuía a Winston Churchill o al mexicano Francisco Zarco, que también fue Político y periodista como el Primer Ministro Inglés.
Aquel pensamiento de no escribir como periodista lo que no se puede sostener como hombre o caballero, vino a mi mente cuando decidí escribir este trabajo, sabedor de que puedo sostener en todos los planos lo que hago público.
El tres veces gobernador del Chubut, por muchos de sus hechos y dichos en estos nueve años como titular del sillón de Fontana 50 en la ciudad capital de la Provincia del Chubut, amerita que se lo pueda definir políticamente como un pobre hombre, el Pobre Das Neves.
Hace algunos años leí y guarde un trabajo del español Manuel Villegas Ruiz, Doctor en Filosofía y Letras, donde abordaba el tema del “pobre hombre” afirmando: “cuando decimos un pobre hombre no nos estamos refiriendo a su capacidad económica, a su poder adquisitivo, a sus bienes propios ni al capital que pueda poseer.
Con esta expresión queremos significar que la persona a la que nos referimos es más bien un pusilánime en el sentido en que define esta palabra la Real Academia Española.”
Agrega Don Villegas Ruiz: “En latín pusillanimis es aquél que tiene un ánimo corto, pequeño, que no tiene grandeza de espíritu, que todo le viene grande y no se encuentra con fuerzas para hacer frente a las dificultades. Es aquél que niega con pertinacia la realidad.
También un pobre hombre es aquél que no es capaz de mantener sus convicciones y cambia de parecer cual veleta de campanario y muda el digo por el Diego a la menor contradicción.
Igualmente el que es pobre hombre se siente tan complacido, enrocado y enraizado en su mediocridad que no escucha las opiniones de los demás y considera que posee la verdad absoluta.
Asimismo designamos así a quien los demás compadecen y que pocos son los que le hacen caso, lo toman en consideración o lo quieren a su lado, salvo aquellos que se están aprovechando de él o cuentan con posiciones económico-político-laborales que las han conseguido gracias a él.”
¿Pobre Das Neves? dijo sorprendida la secretaria de un Diputado que preguntó qué estaba escribiendo por esas horas. Espere…espere, fue la respuesta ya lo podrá leer cuando lo mande a publicar y después hablamos.
Por Luis Dupuy