por NATALIA DONATO
Las actividades que mostraron mayor vocación por utilizar el programa son la construcción y el agro, que crecen, toman gente y requieren poca calificación
El plan Empalme anunciado el lunes por el presidente Mauricio Macri con motivo del Día del Trabajador fue recibido con satisfacción por todo el arco empresario. Críticos o no del Gobierno, los hombres de negocios en su conjunto aplaudieron la decisión de avanzar hacia la formalización laboral y ayudar a los beneficiarios de los planes sociales a salir de la situación de marginalidad. El problema, para muchos sectores, es que la economía aún no tracciona como para incorporar personal. Algunos, incluso, todavía siguen despidiendo gente. Por lo tanto, no le auguran demasiado éxito al programa, al menos en el corto plazo.
Consultados varios empresarios de distintos sectores, en el sector industrial hubo casi unanimidad respecto de que si bien la medida es positiva, primero debe reactivarse la demanda para que las empresas comiencen a contratar personal. En la construcción, en cambio, aseguran que el sector se está reanimando y que, por otra parte, no quiere tanta calificación por parte de los trabajadores. Lo mismo sucede con el campo, que también se muestra pujante. El comercio, en tanto, tampoco requiere demasiada capacitación, pero el consumo sigue planchado.
Desde la UIA, el vocal José Urtubey sostuvo que toda medida que tienda a formalizar e incluir trabajadores es positiva, aunque debe haber demanda a partir de una actividad que comience a recuperar. Por su parte, el textil y prosecretario 2º de la entidad, Jorge Sorabilla, fue más allá y planteó que si bien la propuesta resulta interesante, ambiciosa y necesaria para la gente desempleada, se necesita como condición necesaria generar un proceso de crecimiento económico vigoroso y diseñar condiciones apropiadas para recuperar primero el nivel de actividad industrial perdido. Por ahora lo veo complicado, ya que estamos conviviendo con atraso cambiario, tasas de interés prohibitivas, aumentos de servicios y una presión impositiva desmedida, agregó.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), Raúl Amil, coincidió en que la industria no está tomando personal, aunque está aguantando para no achicar planteles por lo que cuesta formar un operario. Este año teníamos previsto un crecimiento de 5% de la actividad, pero terminado el primer cuatrimestre, no vemos que se pueda cumplir, añadió el autopartista.
Los sectores industriales más ligados al campo, como el aceitero, tienen más posibilidades de hacer uso del programa, aunque requieren obreros muy calificados. El director de Aceitera General Deheza (AGD) y flamante elegido para presidir la UIA a partir del 30 de mayo, Miguel Acevedo, afirmó que la medida a largo plazo es positiva y en el rubro se está tomando gente, aunque hay que esperar a ver cómo se instrumenta por la cuestión legal.
Desde los sectores de la construcción y el agro, en cambio, se mostraron mucho más entusiasmados por el programa lanzado por el Gobierno. Por un lado, porque son rubros que comenzaron a traccionar el campo ya desde el año pasado, y por otro, porque requieren de trabajadores poco calificados.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, afirmó que la decisión era muy esperada por los productores porque se daba la situación de que cada vez que querían contratar a alguien, la persona le decía que no para no perder el plan social y el productor no quería tomar en negro por temor a las sanciones. El dirigente enfatizó que el campo está invirtiendo y que entre el último trimestre del año pasado y enero se generaron en el sector 35.000 puestos de trabajo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, también aplaudió la medida. Cualquier decisión que ayude a la gente a reinsertarse en el mundo del trabajo es buena. Además, nosotros estamos tomando mucho personal, estamos recuperando empleo. Somos uno de los sectores más favorecidos por esta medida, ade más por el tipo de empleados que tenemos, señaló el empresario.Desde el sector industrial pyme, coincidieron en remarcar que la actividad no repunta y que lejos están de incorporar personal. El principal problema de las pymes hoy es ver cómo hacen para retener a los empleados, con lo cual esto es una ayuda para las firmas que no tienen inconvenientes, como los bancos o las mineras, manifestó el secretario general de Cgera, Raúl Zylbersztein.
Me parece acertadísimo el el camino, pero hoy no hay demanda en las empresas productoras de bienes por las asimetrías que se dan por el tipo de cambio y el mercado recesivo, sostuvo el titular de la Cámara de Opticas, Norberto Fermani.
Creo que no va a funcionar porque las empresas están expulsando mano de obra.
Además, tampoco vas a contratar a alguien sin selección ni capacitación. Nunca funcionó este tipo de planes, consideró el metalúrgico Aldo Lo Russo, secretario general de Camima.