Las brigadas mantienen un despliegue constante en la reserva provincial de El Turbio, donde un incendio avanza desde hace varios días con un comportamiento irregular que genera preocupación entre quienes trabajan en la zona. El subsecretario de Protección Ciudadana y Gestión del Riesgo, Eduardo Pérez, afirmó que el fuego continúa activo y en un sector muy complejo, lo que obliga a sostener cada movimiento con precisión y rapidez.
La situación se vuelve más exigente porque las llamas persisten en un terreno agreste que combina pastizales secos, vegetación nativa y restos de un incendio anterior, elementos que dan más intensidad al avance del frente.
Pérez sostuvo que el origen del siniestro se remonta a la caída de un rayo el 29 de noviembre, aunque el foco surgió varios días después debido a un comportamiento frecuente en incendios que avanzan bajo la superficie. Ese proceso silencioso permitió que el fuego tome fuerza sin que se detecte a tiempo, algo que complejiza las tareas actuales.
La confirmación oficial se suma al análisis que realizan los especialistas para entender cómo se movió el evento durante los primeros días y qué caminos tomó antes de emerger en su forma visible.
Las exigencias aumentan porque la zona afectada está lejos de cualquier punto de acceso inmediato. Los equipos deben cruzar el lago en embarcación y luego avanzar entre cinco y seis horas a caballo, un trayecto que retrasa las intervenciones terrestres y deja gran parte del trabajo en manos del operativo aéreo.
Esa estructura incluye un helicóptero con helibalde, un avión hidrante y dos brigadas que llegan a helipuntos preparados para este tipo de emergencias, lo que permite sostener un flujo constante de agua sobre los focos más intensos.
Las altas temperaturas y el viento generan un escenario más tenso. Pérez indicó que ambos factores impulsaron un avance notable de las llamas, que se alimentan del material fino acumulado en la zona tras un incendio registrado entre 2015 y 2017.
Ese antecedente dejó restos que hoy actúan como combustible, lo que obliga a recalcular estrategias y ajustar cada paso para reducir la expansión del fuego. El objetivo inmediato es frenar su avance en los sectores más vulnerables antes de que las condiciones climáticas vuelvan a jugar en contra. Información extraída de LA17.




