La tormenta Harvey, que azota Texas desde hace tres días, se ha estacionado en Houston y ha causado ya ocho muertos, según informaron las autoridades este lunes. Para los residentes de la ciudad, que confiaban en superar la emergencia en una semana, la catástrofe ya es una realidad, con pérdidas irrecuperables y meses de trabajo por delante. Los servicios de emergencia no descartan que el número de fallecidos aumente y prevén que alrededor de 30.000 personas sean evacuadas de sus hogares, una cifra que también puede incrementar.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que viajará este martes a la zona, advirtió de que «la recuperación será larga y complicada», pero aseguró que los ciudadanos «reciben la ayuda necesaria». «Probablemente se trate de la mayor tormenta que hayamos visto», dijo Trump, y prometió una «rápida» respuesta por parte del poder ejecutivo y legislativo para que el estado acceda a los fondos federales necesarios para las labores de rescate y reconstrucción en la zona.
Tornados, lluvias intensas, inundaciones catastróficas y todavía no ha pasado lo peor. Las estimaciones locales pronostican que en los próximos días la tormenta podría dejar hasta 120 centímetros más de lluvia.
Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos ha quedado prácticamente sumergida. El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció este lunes que se ha activado a la Guardia Nacional con un total de 12.000 personas desplegadas para colaborar en las tareas de rescate. «Es imperativo que hagamos todo lo posible para proteger la vida y seguridad de las personas a lo largo del Estado», declaró Abbott.
«Nunca me había imaginado vivir algo así. Yo me tuve que ir de mi casa ayer. Traté de subir todo al segundo piso. Mis vecinos me cuentan que el agua ya está dentro de sus casas, con cerca de 90 centímetros», comentó a EL PAÍS Carolina Graterol, residente de Katy, al noroeste de Houston.
Antes de que Harvey tocara tierra el viernes, el gobernador del Estado ordenó evacuaciones obligatorias para al menos siete ciudades y ocho condados, pero Houston no estaba en la lista. El mensaje principal del alcalde de la ciudad, Sylvester Turner, fue no evacuar, y ahora la alcaldía se enfrenta a fuertes críticas por la decisión. En una conferencia de prensa este lunes, Turner aseguró que 2.000 personas han sido rescatadas durante el fin de semana. 290 de ellas desde la medianoche del domingo.
El Servicio de Emergencia de Houston detalló que habían recibido más de 75.000 llamadas en su sistema, admitió que estaba saturado y pidió que solo se utilizara su servicio en circunstancias de vida o muerte. El jefe del Departamento de Bomberos de la ciudad, Samuel Pena, señaló que tenían a 350 personas trabajando y que el martes duplicarían el número. Hasta el momento, Abbott ha incluido 54 condados en la declaración de desastre estatal, un 41% del Estado, es decir 27.9 millones de personas.
El Consejo de Seguros de Texas estimó que los daños de Harvey superarán a los de Ike en 2008 sumando al menos 12.000 millones de dólares (10.020 millones de euros).
El director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) Brock Long dijo este lunes en una conferencia de prensa que los esfuerzos de recuperación «requerirán un trabajo comunitario completo con todos los niveles de gobierno involucrados».
El País