En una entrevista en vivo, el presidente Javier Milei hizo una proyección optimista sobre el futuro de la economía argentina.
Afirmó que para agosto de 2026, la inflación “va a empezar con cero”, basándose en lo que considera un progreso innegable: desde una inflación que “viajaba” a una tasa anualizada del 17.000% hasta un 24% actual.
Del 17.000% a cero: el optimismo presidencial sobre los precios
Durante su participación en el streaming Carajo, el Presidente fue contundente: “Para mitad del año que viene o agosto, la inflación va a pasar a ser de cero coma algo, seguro va a empezar con cero». Milei atribuyó este cambio radical a la eficacia del programa económico de su gobierno, destacando especialmente el Índice de Precios Mayorista como el primer y principal indicador del éxito.
“Lo que verdaderamente está pasando con la inflación en Argentina está en el Índice de Precios Mayorista. El programa está funcionando muy bien. Y después se va a reflejar en el IPC, tarda un poco más”, explicó, señalando un desfase esperado entre los indicadores mayoristas y el Índice de Precios al Consumidor que afecta directamente a la gente.
El “riesgo kuka” y la victoria electoral como puntos de inflexión
El mandatario también vinculó el descenso de la inflación con el resultado de las elecciones de octubre, donde La Libertad Avanza (LLA) obtuvo un 41% de los votos. Para Milei, este triunfo político fue fundamental para disipar lo que denominó el “riesgo kuka”, un factor de incertidumbre que, según su análisis, encarecía artificialmente el costo del financiamiento y la inversión en el país.
“Era un escenario del fin del mundo, de no hay mañana… Eso es el riesgo kuka, mientras más incertidumbre metían, más subía el riesgo país”, argumentó el Presidente, sosteniendo que la estabilidad política generada por su victoria eliminó esa prima de riesgo y está sentando las bases para la recuperación económica.
La declaración de Milei, dada a conocer por la Agencia Noticias Argentinas, establece un horizonte ambicioso y genera grandes expectativas. Si su pronóstico se cumple, marcaría un punto de inflexión histórico para la economía argentina después de décadas de alta inflación. Sin embargo, el desafío será sostener la tendencia a la baja y lograr que ese “cero” proyectado se concrete en los precios que pagan los ciudadanos.




