El presidente colombiano realizó una fuerte declaración sobre su homólogo venezolano, aunque rechazó las acusaciones de narcotráfico provenientes de EE.UU.
En un giro significativo en su discurso, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, realizó una definición contundente sobre la naturaleza del gobierno venezolano. Este martes, el mandatario reconoció públicamente que su par venezolano, Nicolás Maduro, es un «dictador», marcando un cambio de tono mientras rechazaba las acusaciones de narcotráfico que Washington dirige al líder chavista.
«Es dictador por concentrar poderes, pero no narco», afirmó Petro en redes sociales
La declaración del jefe de Estado colombiano surgió como respuesta a una crítica de la periodista Patricia Janiot en la red social X. Janiot cuestionó la «falta de pudor» de Petro para calificar de «nazi y fascista» al presidente electo de Chile, José Antonio Kast, mientras se mantenía en silencio sobre Maduro. Según información reportada por Deutsche Welle (DW), Petro replicó: «Maduro es dictador por concentrar poderes, pero no hay ninguna evidencia en Colombia de que sea narco. Esa es una narrativa de los EEUU». Esta distinción es crucial, pues la administración de Donald Trump ha señalado a Maduro como líder del «Cartel de los Soles», un grupo designado como terrorista por Washington.
Un aliado incómodo: las complejas relaciones bilaterales
La declaración de Petro ocurre en un contexto de tensión y diplomacia pragmática. A pesar de no haber reconocido oficialmente los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas de 2024, el gobierno de Petro ha mantenido relaciones diplomáticas y consulares abiertas con el régimen de Caracas. Incluso el mes pasado, el presidente colombiano propuso un «gobierno de transición compartido» para Venezuela, buscando una solución a la crisis y evitando una intervención extranjera. Sus palabras de hoy introducen un elemento de crítica pública inédita dentro de esta compleja relación que combina denuncia, negociación y pragmatismo geopolítico.
El contraste con su postura sobre Chile y la respuesta regional
El posicionamiento de Petro sobre Venezuela contrasta abiertamente con su lenguaje hacia Chile. Tras la victoria de José Antonio Kast, el mandatario colombiano afirmó que en América «vienen los vientos de la muerte» y declaró que «jamás» le daría la mano «a un nazi y a un hijo de nazi». Estos comentarios ya habían generado una carta de protesta formal del gobierno del presidente Gabriel Boric. A pesar de ello, Petro insistió este martes en calificar al sucesor de Boric con el mismo término, evidenciando una postura ideológicamente definida que distingue entre diferentes tipos de gobiernos de derecha y regímenes autoritarios de izquierda en la región.
La declaración de Petro sobre Maduro, si bien es dura en la forma, refleja la delicada posición de Colombia frente a la crisis venezolana. Mientras intenta mediar para una transición pacífica y mantiene canales abiertos con Caracas, el gobierno de Bogotá no puede ignorar por completo las críticas internas e internacionales a la naturaleza autoritaria del régimen chavista. El equilibrio entre la condena y la diplomacia seguirá siendo el gran desafío de Petro en este frente.




