La alumna de la escuela N°747 de Trelew, Emilia Navarro, explicó que “la profesora de historia me propuso escribir un ensayo para participar del 8° Concurso Literario de Ana Frank a nuestros días, organizado por la Fundación Ana Frank. Habiendo leído el “diario” intenté imaginar cómo hubiera sido si ella hubiese tenido una amiga y así lo realicé, suponiendo que escribía esa amiga que Ana nunca tuvo”.
Ese ensayo que escribió Emilia fue seleccionado para una siguiente instancia, que se realizó en Buenos Aires. “En ese momento a mi familia le resultaba imposible solventar los gastos y para mi sorpresa, el plantel docente de la escuela consiguió los pasajes e hizo una colecta de dinero en el que aportaron docentes que me conocían y otros que no” manifestó la alumna.
“En la Fundación Ana Frank participé no solo de la entrega de menciones sino también de un encuentro de dos días intensos, con estudiantes y adultos de distintas provincias, donde nos preparaban para realizar la segunda etapa del concurso que consistió en elaborar y llevar adelante un proyecto en el que se aborde la problemática de la discriminación”.
“Para realizar mi proyecto comencé realizando entrevistas con profesores de las áreas de humanidades arribando al grupo de alumnos que les seria de mayor utilidad trabajar la problemática. Luego por medio de encuestas a los alumnos del grupo seleccionado llegue a la tipología de discriminación que sufrían, la cual abordaría el proyecto que presente: “Discriminación Socioeconómica”.
“Unos meses después me comunican desde la fundación que mi proyecto pasaba a la instancia final en la cual realizaría la defensa oral junto a otros proyectos, elegidos por el jurado. Esta noticia me llenó de felicidad no solo por la nueva oportunidad para seguir, sino porque era además el reconocimiento al esfuerzo puesto en la confección y ejecución del proyecto”.
La alumna señaló que “no tuve la oportunidad de ir a Ámsterdam, pero llegar hasta donde llegué es un orgullo muy grande. Con 17 años, lograr que algo hecho por mí se publique en un libro, es increíble. Estoy feliz de haber tenido la oportunidad y satisfecha de no haberla desperdiciado porque puedo asegurar que di lo mejor”.
“Agradezco al personal del colegio 747 y a mi familia que me apoyaron y sostuvieron cuando lo necesite. No solo estoy feliz sino también agradecida y tranquila por todo esto que a simple vista se ve, sino también porque no defraude a quienes apostaron por mí”.