Uno de los datos sobresalientes de la audiencia se dio cuando el fiscal Alex Williams hizo alusión a las diversas escuchas telefónicas de los teléfonos interceptados con autorización para la investigación.
Según el parte de prensa del Ministerio Público Fiscal, aseveró que allí pudo escucharse a Natalia Mc Leod y Daniela Souza en diversas conversaciones.
Entre ellas algunas en las que hablaban sobre la posibilidad de retirar dinero para pagar a la propia Souza y Sandro Figueroa.
En esas escuchas habría detalles de movimiento de dinero, adquisición de terrenos y otras maniobras.
También mencionó una charla donde Diego Lüters “demostraba su interés patrimonial y la confianza que sobre él guardaba Correa”. En esa conversación le advierten: “Decile a Diego que de Fiscalía vinieron a buscar documentación”.
Para los investigadores, “los imputados estaban al tanto de que eran investigados y en algunos aspectos trataron de deshacerse de elementos comprometedores como vehículos y bolsos con documentación, estos últimos encontrados en la casa de la madre de Lüters, ya que Correa había pedido que desaparezcan”.
En una de las escuchas se señala que el propio Correa había viajado a Buenos Aires y comunicándose con gente de confianza manifestó: “Lo tienen apuntado al procurador y ya sabemos quiénes son los que nos escuchan por teléfono”.
Al poco tiempo cambió su número telefónico y se lo dijo a otro hombre de confianza: Juan Carlos “Tato” Ramón, quien es captado en una comunicación cuando le da esta noticia a otra persona.
En el transcurso de la audiencia el defensor Lisandro Benítez relativizó el valor de las escuchas, diciendo que cada uno le da la interpretación que desea.
En la réplica, el fiscal Omar Rodríguez ofreció hacer públicas en ese mismo momento las escuchas seleccionadas para que sean consideradas por las partes.
El juez Piñeda consultó a las defensas y Benítez se negó a tal posibilidad, mientras Gabalachis dijo no haber efectuado ninguna expresión sobre el particular.