«Estos dinosaurios tenían cráneos proporcionalmente largos, bajos, con muchos dientes afilados y dentados, huesos llenos de bolsas de aire como las de sus parientes modernos, los pájaros, y extremidades anteriores más impactantes, largas y poderosamente musculosas con garras gigantescas en los dos dedos internos de cada mano», afirmaron.
Se trata del «Tratayenia rosalesi», especie que pertenece a los Megaraptoridae, «una oscura manada de depredadores que habitaron Sudámerica y Australia durante las etapas media y avanzada del Período Cretácico», último período de la Era de los Dinosaurios, informó la Universidad.
«Los megaraptóridos crecieron a más de nueve metros de longitud y probablemente fueron los depredadores más grandes y mortales en el sur de América del Sur desde hace al menos 95 a 85 millones de años», detallaron.
El «Tratayenia rosalesi» -denominado así por el sitio donde fue encontrado, Tratayén, y su descubridor, el argentino Diego Rosales- es el primer miembro de Megaraptoridae en preservar la serie completa de vértebras de cadera, lo que aporta datos de la anatomía del esqueleto de estos carnívoros del Cretácico, poco conocidos.
El líder del estudio, Juan Porfiri, del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional del Comahue, contó que «cuando Diego Rosales nos dio aviso del hallazgo, rápidamente realizamos el pedido de autorización de rescate a la Dirección de Patrimonio de la provincia de Neuquén, cumpliendo con lo establecido por la ley que resguarda los fósiles de la provincia».
«Luego, cuando nos dirigimos al lugar del hallazgo para realizar el rescate de los fósiles y comenzamos a remover el sedimento del hueso, nos dimos cuenta de que estábamos frente a un dinosaurio carnívoro con huesos extremadamente neumatizados y, por la forma de las vértebras, sospechábamos que estábamos ante un dinosaurio cercanamente emparentado con el Megaraptor», explicó Porfiri.
El co-líder del estudio, Matt Lamanna, del Carnegie Museum of Natural History en Pittsburgh, consideró que «las vértebras de Tratayenia son tan hermosas como los fósiles de los dinosaurios, y tienen algunas características bastante extrañas para arrancar. Definitivamente desearíamos tener más huesos de esta bestia, pero igual, lo que tenemos es asombroso».
Fuentes de la Universidad plantearon que la nueva criatura podría ser el megaraptórido geológicamente más joven que se haya encontrado en cualquier parte del mundo, lo que demuestra que estos depredadores sobrevivieron hasta hace al menos 85 millones de años, cerca del final de la era de los dinosaurios.