Abdul Baqi, un joven afgano de 22 años, estaba seguro: se había enamorado y quería pedirle permiso a su familia para casarse con su novia. Sin embargo, la charla con su papá y sus hermanos no terminó como él esperaba. A pesar de que en un momento le habían dicho que sí, después lo encerraron en una pieza y le quitaron los ojos con una cuchara porque consideraron que su propuesta era una «deshonra».
El feroz ataque ocurrió el sábado pasado, en el pueblo de Nasirabad. El grupo de agresores no tuvo piedad. Para quitarle ambos globos oculares utilizaron el mango del cubierto y un cuchillo para cortar las venas. Fue tal el dolor que sufrió el chico, que les pidió directamente que lo mataran.
«No dejaba de gritarles. Pero ellos no escucharon mis suplicas. Me dieron que debía permanecer con vida para que fuera un ejemplo para el resto de los chicos del pueblo», relató la víctima, que fue internada de urgencia en el Centro Médico de Jinnah.
Los agresores fueron su papá, Dost Muhammad, de 70 años, y cuatro de sus hermanos, Abdul Ghani, Abdul Sattar, Abdul Rehman y Abdul Karim. La policía arrestó a tres de ellos, mientras que el resto sigue prófugo.
A su mamá la habían encerrado en otra pieza para que no interviniera en defensa de su hijo. Otro de sus hermanos, Abdul Gaffar -que no participó del ataque- contó que lo había llamado un vecino para avisarle lo que había sucedido. «Me dijo que algo andaba mal en mi casa. Cuando llegué, me sorprendió verlo llorando de dolor», expresó.
Gracias a la ayuda de algunos vecinos y conocidos de la zona pudieron trasladarlo hasta un hospital. En una primera instancia lo llevaron hasta la ciudad de Quetta, pero allí les dijeron que si lo atendían en Karachi tenía posibilidad de salvar uno de sus ojos. Sin embargo, en el Centro Médico Jinnah les confirmaron que no podrá volver a ver.
Fuente: TN