Las muertes de Cynthia Sonaridio y Joaquín Naidenoff, esposa e hijo del senador Luis Naidenoff, se sumaron al fallecimiento de la periodista Lucía Trotz en esta semana y reavivaron la peligrosidad de exponerse a sistema de calefacción no seguros.
Las fatalidades por inhalación de monóxido de carbono son una tragedia que se alimenta año a año y que, según el Ministerio de Salud de la Nación, en 2017 le costaron la vida a 200 personas.
Entre las recomendaciones para prevenir el envenenamiento por esta vía es fundamental controlar el correcto funcionamiento de electrodomésticos y asegurarse de habitar ambientes ventilados.
Una de las problemáticas de la denominada “muerte dulce” marca que la mayoría de las víctimas no se da cuenta de que está siendo afectada por la intoxicación que produce el monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro e insípido.
Respecto de un informe publicada en el Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación, en 2017 se registraron 976 intoxicados por esta causa y en esta temporada ya hubo 63 casos.
El CO se produce cuando se queman materiales combustibles como es el gas, gasolina, kerosén, carbón, petróleo o madera“, entre otros, que no generan color ni aroma, por lo que son imperceptibles y causan muerte por envenenamiento.
Radio Mitre