“No nos vamos a ir sin saber qué pasó con nuestros familiares”, dijo ayer Blanca, la hermana de Luciano Mieres, uno de los tripulantes correntinos que iba en el pesquero Rigel, hallado el domingo tras 23 días desaparecido en el mar Argentino.
Horas de angustia padecen los familiares de los tripulantes del pesquero que fue encontrado a 93 metros de profundidad, según informó la Prefectura Naval Argentina (PNA).
Al igual que otros familiares, Blanca, la hermana de Luciano, recibió el llamado de la Prefectura y rápidamente se dirigió a la Base Naval, en Mar del Plata, donde escucharon la confirmación de que el casco encontrado en el mar es el del Rigel.
La familia de Luciano es de Empedrado, pero hace una semana está en Mar del Plata para esperar noticias sobre él. “Sobre el destino de los tripulantes, no nos saben decir en la Prefectura. No nos vamos a ir hasta que no nos den una información concreta”, dijo en declaraciones a radio Sudamericana.
Blanca cuestionó el operativo de búsqueda y dijo que “hace varias semanas estaban en condiciones para que operen los buzos y no supieron aprovechar”.
El barco no se recuperó de las profundidades, por lo que los familiares hicieron un pedido formal. “Ellos no saben contestar nuestra pregunta, porque dicen que quien da la última palabra es el juez”.
Psicólogos del Departamento Sanidad de la Prefectura asisten a los familiares de los tripulantes, que ya fueron notificados del hallazgo. Interviene la Justicia Federal de Rawson.
Por otra parte, Héctor Blanco, padre de Rodrigo, otro de los tripulantes correntinos del buque, consideró que los cuerpos pueden estar dentro de los camarotes. “Le pedí encarecidamente al juez si puede disponer de un buque más tecnológico para tratar de rescatar los cadáveres”, dijo ayer a Radio Dos.
“Se necesita levantarlo y arrastrarlo hacia la parte más playa, para que los buzos puedan trabajar. Hay posibilidades de que los cuerpos estén dentro de los camarotes porque la puerta se abre hacia fuera y está presionada por el agua”, agregó.
El último contacto con el buque fue en la noche del viernes 8 de junio, a eso de las 23, cuando comunicó su última posición: a 11 millas náuticas (alrededor de 220 kilómetros) al sureste de Rawson.
Según el despacho de salida del Rigel, los tripulantes de la embarcación son nueve. Además de Mieres y Blanco, iban en el buque Salvador Taliercio, capitán, cuyo cuerpo fue hallado días después; Rodrigo Javier Sanita, segundo patrón, nacido en Mar del Plata; Néstor Fabián Rodríguez, maquinista, nacido en Viedma; Nahuel Navarrete, marinero; Carlos Daniel Rodríguez, marinero; Jonatan Javier Amadeo, marinero, y Cristian Maximiliano Osorio, engrasador.
Al momento de su desaparición, la embarcación navegaba con rumbo Sur a unas 111 millas al sudeste del puerto de Rawson y enfrentaba condiciones hidrometeorológicas muy adversas, con olas de más de 5 metros de altura y vientos que promediaban los 40 kilómetros por hora
Diario La Republica