Luego de 20 años, ingresó ayer al puerto de Vicentín, provincia de Santa Fe, el primer barco cargado con soja producida en Estados Unidos.
Se trata de un buque cargado con 29.310 toneladas que partió del Golfo de México con destino a esta terminal ubicada al norte de Rosario.
En los últimos años, el grueso de la soja importada provino de Paraguay. De modo que hay que remontarse a 1998 para encontrar compras a EE.UU. de esta oleaginosa por volúmenes importantes.
Cabe destacar que Vicentín es la sexta mayor exportadora argentina, con un share del 9% del total del negocio. El año pasado despachó al exterior granos, harinas y aceites por casi 7 millones de toneladas.
Sin embargo, la fuerte caída de la producción de soja en la campaña 2017/2018 por las condiciones climáticas adversas -primero con una fuerte sequía que se extendió por casi 5 meses y luego por abundantes precipitaciones-, derivó en una situación muy particular: las industrias que procesan la materia prima para obtener aceite y harina, se quedaron sin materia prima.
En total, se estima que en el último ciclo se perdieron 17 millones de toneladas. De modo que tuvieron que aumentar sus importaciones de oleaginosa debido a la alta capacidad ociosa que hay en la industria, a la espera de que se inicie la nueva campaña.
Hace unos meses, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) informó operaciones de compra desde la Argentina por 490.000 toneladas, las cuales comenzarán a arribar a partir de este jueves.
Fuentes del sector señalaron que hubo serios problemas por la sequía y, en ese marco, «es lógico que las grandes plantas de molienda, que tienen que seguir su ciclo continuo, tomen recaudos para mantener el flujo de la producción a lo largo del año».
El consultor Salvador Di Stéfano detalló a iProfesional que la fuerte brechaentre la cotización local y la del exterior es la que, justamente, está permitiendo traer por barco materia prima desde el país del Norte para luego reexportar lo procesado y que el negocio siga siendo rentable.
Régimen de admisión temporaria
Cabe destacar que la Argentina es el principal exportador mundial de harina de soja (un commodity fundamental que se utiliza para alimentar animales y permitir convertir proteína vegetal en animal) y también de aceite.
Paraguay –proveedor habitual de la Argentina en épocas de escasez- este año podría aportar no más de 2 millones de toneladas en lo que resta del año, una cifra que estaría lejos de compensar las pérdidas por la sequía.
Por eso, ante la necesidad de contar con más porotos, las importaciones provenientes de EE.UU. irían en aumento.
Esto es posible porque existe un régimen llamado “admisión temporaria”, que permite importar soja sin el pago de aranceles para luego reexportar la mercadería con valor agregado.
Apuesta por la nueva campaña
Los grandes traders prevén reducir importaciones el año próximo. Sucede que el ciclo que recién está arrancando promete ser la campaña de los récords, según plantean desde diversas entidades.
Para empezar, la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta que el área total sembrada en Argentina alcanzaría una marca histórica de 37,2 millones de hectáreas, un millón por encima de lo que efectivamente pudo ser implantado el ciclo anterior.
En paralelo, el estudio de la consultora Agritrend prevé un escenario con una producción de granos récord, en torno a las 133,4 millones de toneladas.
Se trataría de la mayor marca de la historia, que superaría en más de 34 millones al ciclo anterior (alza del 35%), cuando a la peor sequía en 50 años le siguió un período de lluvias intensas y extendidas en plena época de cosecha.
Además, de ese total, unas 54 millones corresponderían a porotos de soja, unas 19 millones de toneladas más que la campaña que acaba de concluir.
iProfesional