El juez federal Gustavo Lleral encabezó el rastrillaje que dio con el cuerpo de Santiago Maldonado el pasado 17 de octubre, pero aún mantiene abiertos los dos expedientes -por habeas corpus y por desaparición forzada- que se iniciaron cuando comenzó la búsqueda del joven tatuador. «Hay circunstancias fácticas que deben ser valoradas para disponer un cierre definitivo. Cualquier cambio de carátula implicaría un adelantamiento de opinión», señala el magistrado que sucedió al juez Guido Otranto en el caso que tuvo en vilo al país.
En una entrevista con LA NACION, Lleral pide «paciencia» para que la Justicia pueda «reconstruir los hechos y las circunstancias que rodearon la muerte de Santiago Maldonado» y considera que la salida al conflicto mapuche en el sur solo se puede dar a través del diálogo.
Según consta en el expediente, Santiago Maldonado estuvo en el corte de ruta en Leleque el 31 de julio de 2017 y permaneció allí hasta el 1 de agosto de 2017, cuando la Gendarmería Nacional realizó un operativo adentro del predio ocupado por el lof mapuche. «Hay que determinar qué ocurrió con Santiago en ese tramo del hecho hasta que fue hallado sin vida el 17 de octubre del año pasado», señala Lleral.
-Aún estamos esperando prueba que pueda arrojar luz sobre los extremos del hecho que faltan establecer. En su momento yo dije que había que tener paciencia sobre la reconstrucción del hecho porque hay prueba que nos está costando recolectar y hay prueba que se está produciendo. Todo eso lleva tiempo.
-¿Qué pruebas faltan?
-¿Por qué los dos expedientes siguen abiertos y por qué una de las causas está caratulada como «desaparición forzada»?
-La causa por habeas corpus estaba destinada a buscar y a encontrar a Santiago Maldonado. Pero ese objeto está estrechamente vinculado a la otra causa, caratulada como desaparición forzada de persona. Las dos causas están abiertas y corren paralelamente. El cierre del habeas corpus está pendiente de la otra causa porque son las mismas circunstancias fácticas que deben ser valoradas para disponer un cierre definitivo. Por otro lado, la carátula de un expediente solo determina un título. Esa fue la carátula pedida por el Ministerio Público Fiscal a pocos días de comenzada la investigación dado que en su momento la hipótesis era la de desaparición forzada de persona. El cambio de carátula que pidió el Gobierno se rechazó en virtud de que implicaba un prejuzgamiento de mi parte sobre los hechos, ya que aún estamos en proceso de investigación.
-¿Hay imputados en esta causa? ¿Se investiga el operativo de la Gendarmería ese 1 de agosto?
-El único imputado es el subalférez Emanuel Echazú en virtud de que se presentó con abogados defensores. Es la única persona que hoy participa como parte en esta causa. Todavía no se determinaron por parte del Ministerio Público Fiscal o por el juzgado otros imputados. La causa busca determinar la circunstancias que rodearon, en su momento, la desaparición de Santiago Maldonado. Tras el hallazgo de su cuerpo, lo que ahora se busca determinar son todas las circunstancias que rodearon a su muerte.
-¿Por qué Maldonado no fue encontrado en los rastrillajes anteriores?
-No puedo adelantar por qué se lo encontró en este rastrillaje y no en los otros. Son cuestiones que escapan a la precisión y no puedo adelantar opinión. La determinación que tuvo mi juzgado fue la de realizar un nuevo rastrillaje primero, porque mi tarea no podía pasar por alto conocer el lugar donde se lo había visto por última vez a Santiago Maldonado. El rastrillaje en el río Chubut, además, había sido aconsejado por los expertos de Prefectura que recomendaron hacer todos los rastrillajes necesarios para agotar toda la inspección, dado que el río posee características que podrían ocultar un cuerpo. Esto a partir de la experiencia propia de los prefectos en casos anteriores. Eso nos llevo a hacer un nuevo rastrillaje pero esta vez partiendo de un punto anterior al que se había realizado antes.
-¿Por qué fue necesario contar con el acuerdo de la comunidad, la Justicia no podía avanzar sin un dialogo con los mapuches
-Yo entendí que era la mejor manera de intervenir por el grado de conflictividad que me encontré cuando llegue a Esquel. El juez puede apelar a la intervención de los medios que tiene a su alcance y acá incluyo a la fuerza publica. Es cierto que podría haberlo de otra forma pero yo entendí que el diálogo era la manera mas adecuada.
-¿Los mapuches incurrieron en falso testimonio?
-Sobre eso no puedo opinar porque tendré que valorar esos testimonios oportunamente.
-¿Existió el testigo E?
-El testigo E como tal no existió en la causa. La persona que se denomino como testigo E fue convocada a declarar en su momento con nombre y apellido. No existía hasta que fue incorporado su testimonio como tal. Las partes apelaron su testimonio, pero la medida quedo firme. La única declaración que se tiene como valida es la que hizo en sede judicial. No pudo incurrir en contradicciones porque declaró una sola vez en la causa.
-La familia Maldonado pidió la intervención de una investigación externa, independiente e imparcial. ¿Por qué se denegó este pedido?
-Yo entendí que la investigación independiente, imparcial y eficaz la estaba dando la Justicia federal, en este caso por el juzgado a mi cargo con los recursos y auxiliares que tiene la Justicia Argentina. Yo entiendo que las garantías están dadas y cada juez hace respetar la independencia en cada caso.
-¿Qué salida le va a la conflictividad mapuche en el sur?
-Esto excede a la causa Maldonado. Me parece que el camino necesario es el del diálogo. Y sobre ese camino hay que poner en danza los derechos y las obligaciones de las partes que están en el conflicto. En ese marco hay que llegar a acuerdos necesariamente para que no se cometan injusticias. Y todo debe estar dado por el estado de derecho que esta fijado por la Constitución y por los tratados internacionales. Este conflicto del cual ha hablado a todo el país no esta ajeno a eso. Debemos evitar conflictos que deriven en mayor violencia.