Por el Estrecho de Ormuz pasan 21 millones de barriles de crudo cada día.
Irán ha anunciado este domingo el cierre militar del Estrecho de Ormuz, lo que supone estrangular el paso por el que discurre el 20% del comercio mundial y el crudo que sale de la mayor fuente de petróleo del mundo, los países productores del Golfo Pérsico. Por este estrecho discurren a diario, en condiciones normales, 21 millones de barriles de crudo, además de barcos cargados de otro combustible esencial: el gas natural licuado (GNL).
Se trata de una medida con la que Irán pretende adoptar una posición de fuerza que le permita responder al decisivo golpe contra las bases de enriquecimiento de uranio de las que decidía su programa nuclear. El ataque aéreo, asestado por EEUU en coordinación con Israel en la madrugada de este domingo, quiebra los planes de la dictadura de los ayatolás para dotarse de armamento nuclear, con el objetivo prioritario de amenazar a Israel.
El cierre del Estrecho de Ormuz anunciado por Irán supone también un incremento sustancial de la escalada. EEUU e Israel se encuentran ahora ante la tesitura de tener que hacer frente a la fuerza militar iraní para mantener expedita y segura la estratégica ruta de transporte del Estrecho de Ormuz. Esto, por extensión, no sólo afecta a los actuales sujetos en guerra –Israel, EEUU e Irán– sino a una gran parte del mundo, por afectar de lleno al comercio de todo el planeta.
Como avanzó OKDIARIO en la madrugada de este domingo, el cierre de Ormuz impactará de lleno, y considerablemente, en las economías occidentales, entre ellas la de la Unión Europea. La interrupción de los tráficos marítimos por Ormuz y el entorpecimiento de rutas seguras por aguas de Oriente Medio dibuja un espinoso escenario de previsible encarecimiento de costes, precio del petróleo disparado, riesgo en las cadenas de suministro de materias primas y componentes. Todo ello con el efecto consiguiente de repunte de la inflación y del impacto que esto provoca en los tipos de interés.
El cierre del Estrecho de Ormuz anunciado este domingo por el régimen de los ayatolás es un mazazo más a los inversores internacionales, cuyo efecto se apreciará en las próximas horas, conforme vayan abriendo los mercados bursátiles. Por huso horario, las primeras bolsas son las asiáticas –Japón entre ellas–.