En su pueblo cordobés le decían «Chulo». Todos sabían que había estado preso por ejercer violencia de género. Se llamaba Federico Cortez, tenía 30 años y antes de asesinar a casi toda la familia de su exnovia, había llevado a su hijo, de dos años, hasta la casa de su exsuegra. La relación con Yohana Soledad Castro (25) había terminado hacía un mes. Ella había buscado refugio en la casa de sus padres y hasta allí llegó «Chulo» armado.
La escena de los crímenes fue la entrada de esa vivienda de Villa Sarmiento, una localidad de Traslasierra de siete mil habitantes. Fue este jueves, alrededor de las 20, tras una discusión, en la puerta de esa casa.
«Chulo» estacionó su Fiat Palio rojo y comenzó a pelear con su ex pareja. María Deolinda Castro (43), su suegra, salió a ver qué ocurría. Recibió un disparo en el pecho. Cristian Emanuel Castro (21), hermano de Yohana, volvía del kiosco, recibió un balazo en la cabeza. No está claro cuándo Cortez intentó matar a su exnovia, pero la mujer recibió dos disparos y se encuentra en grave estado en la terapia intensiva del Hospital de Villa Dolores.
«Escuché los tiros, salí y estaban los tres tirados en el suelo. Él se escapó a pie, acá cerquita se pegó un tiro», dijo a La Voz Juan Alejandro Vieyra, el padre de Yohana, que ahora se quedó viudo y perdió a su hijo Emanuel.
El Palio rojo del asesino fue destruido por los familiares de la víctima. La muerte de su exsuegra y su excuñado figuran en la causa como «femicidio vinculado», introducido a finales de 2012 en el Código Penal para castigar con cadena perpetua aquellos crímenes que son cometidos no en perjuicio de una mujer, sino contra quienes tienen un vínculo con ella, «con la intención de provocarle daño, castigarla y destruirla psíquicamente».
Hace poco más de un año, «Chulo» había recuperado la libertad, de manera condicional, y había vuelto a trabajar como albañil. En mayo de 2015, había sido declarado culpable en un juicio por amenazas calificadas y coacción agravada, cometidas en 2011, contra su pareja anterior, con quien también tenía un hijo, de once años.
Este viernes debía presentarse en los tribunales de Familia por una audiencia de cuota alimentaria.
Clarín