Ayer hubo movilizaciones de docentes y padres de alumnos en los partidos de Moreno y General Rodríguez. En ambos distritos prácticamente el total de escuelas se mantuvo sin dar clases. Luego de la explosión en la escuela 49, que provocó la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, las comunidades educativas salieron a denunciar las paupérrimas condiciones edilicias. “Faltan aulas, hay problemas con el gas, la electricidad, los desagües, paredes electrificadas, cortes diarios del suministro de agua en las distintas instituciones”, le informó a PáginaI12 Verónica Ledesma, secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). En otros distritos bonaerenses, como Merlo y Pilar, surgieron denuncias similares. En Mar del Plata, además, el interventor del Consejo Escolar renunció aduciendo “estrés”.
“El viernes le pregunté al presidente del Consejo Escolar si podía garantizar la seguridad de alumnos, docentes y auxiliares y me respondió que no”, dijo Ledesma. Finalmente, se decidió que cuadrillas especiales pasen a revisar todos los establecimientos educativos de General Rodríguez. “Queríamos que se revisen con cuadrillas especiales y que nos garantizaran que iban a hacerse trabajos en concreto y, además, tener la certificación de profesionales que garantizaran la habitabilidad de los edificios. Queríamos que nos dijeran que los chicos podían concurrir a las escuelas sin riesgo de vida”, afirmó.
Ayer, los directivos de algunas escuelas del municipio de General Rodríguez, presionados por el reclamo de docentes y padres, decidieron suspender las clases ante el peligro que corrían los alumnos y asustados por lo sucedido en Moreno la semana pasada. “A medida que pasaba la cuadrilla que mandaron el Consejo Escolar y la municipalidad se detectaron fugas de gas –dijo Ledesma–. Hay un 80 por ciento de servicios educativos que ahora están con suspensión de clases.” Esto representa entre 60 y 70 establecimientos, entre ellas, la escuela primaria N°11, donde se detectó una fuga de gas.
Ayer a la mañana, hubo una marcha a la Jefatura Distrital de ese distrito porque los gremios fueron convocados a una reunión con el jefe regional Hugo Daniel Costilla. “El objetivo era tratar la situación edilicia de General Rodríguez después de una movilización que se hizo el viernes frente al Consejo Escolar de parte de gremios, docentes, alumnos y padres para pedirles soluciones respecto a la situación de infraestructura de nuestro distrito”, afirmó Ledesma.
En abril se había declarado la emergencia educativa en General Rodríguez “dada la situación preocupante de las instituciones”. “Los gremios reclamamos hace años la falta de edificios y la situación de los edificios que funcionan ahora. Faltan aulas, hay problemas con el gas, la electricidad, los desagües, paredes electrificadas, cortes diarios del suministro de agua en las distintas instituciones. Además hay sobrepoblación y los alumnos están hacinados. A veces llega a haber hasta 80 alumnos en un aula”, sostuvo la titular de FEB.
Como informó ayer este diario, a principios de julio, en la escuela N°22 del barrio Bicentenario de General Rodríguez explotó una cocina por una pérdida de gas. Aunque no hubo muertos, una auxiliar sufrió graves quemaduras.
A su vez, en otros distritos comenzó a replicar el miedo y el enojo. Los directivos de la escuela secundaria N°7 de Pilar se vieron forzados a evacuar a sus alumnos por escapes de gas. Para dejarlos fuera de peligro, el director decidió llevar a los chicos al patio y resolvió suspender las clases cuando vio una estufa defectuosa y un tomacorriente enchufado a su costado. Fernando Sorrentino, docente del establecimiento, contó que el olor a gas se empezó a sentir cerca de las once de la mañana en el auditorio. “Por primera vez en la vida veo una estufa que no es de tiro balanceado, infrarroja, no tenía llave para regular a la vista y al lado de la estufa conectado un toma corriente como si fuese un bypass por afuera, cuando todos sabemos que no puede estar al lado si hay una pérdida”, dijo Sorrentino. En ese momento, los trabajadores de la escuela hicieron un acta y le solicitaron al director que tomara medidas de prevención. “Resolvió primero ubicar a los chicos en el patio donde no hubiese riesgo y luego suspender las clases”, afirmó el docente.
Los directivos de la institución ya habían presentado quejas ante las autoridades provinciales, pero no obtuvieron respuesta. Hubo distintos reclamos, por olor a gas, escapes de gas y techos que llueven y se caen”, informó Sorrentino, quien señaló que la situación de las escuelas se debe a “la política de ajuste a la que estamos sometidos”.
Después de lo que sucedió en la escuela 49 de Moreno, el personal educativo acordó armar “un dispositivo para estar alerta ante cualquier falla que hubiera”.
En Merlo, la directora de la escuela primaria N°8 les pidió a los padres que entraran al establecimiento cuando fueron a llevar a sus hijos. Ahí intentó minimizar que había “pequeñas pérdidas de gas”, además de otras irregularidades, pero que de todas formas se dictarían las clases por pedido estricto de la inspectora. Los padres se resistieron a dejar a los niños en la escuela. Luego, hicieron una denuncia en el comando de bomberos del distrito, quienes junto al personal de Defensa Civil comprobaron que había cinco escapes de gas en el lugar.
Karina, madre de una alumna de primer grado, contó que la directora “empezó a sostener que no la dejaban cerrar la escuela pero todos los padres empezamos a decir que eso no era factible. Algunos se pusieron nerviosos, sacaron a los chicos de la escuela y otros quedaron adentro”.
Pero el problema no es sólo el gas. Desde la escuela N°5 de El Palomar denuncian que fueron abandonados por el gobierno provincial y el de Morón, encabezado por el intendente Ramiro Tagliaferro, ex esposo de María Eugenia Vidal. El 29 de abril la escuela fue afectada por un temporal y quedó sin techo. Y ahora denuncian que el gobierno desistió de avanzar en su recuperación.
Pagina 12