El promedio de velocidad de las conexiones fijas de internet en Argentina es de 13,1 MB, aunque 4 de cada 10 son conexiones de entre 1 y 6 Megas, según surge de los datos recopilados por la Cámara Argentina de Internet(CABASE).
Según el Internet Index del segundo semestre de 2018, apenas el 43,3% de las conexiones ellas supera los 10 MB y el 40,7% son conexiones de entre 1 y 6 MB.
«Si bien Argentina tiene una buena tasa de penetración de los servicios de internet, muchos años de desinversión en las redes han hecho que las velocidades promedio de las conexiones estén muy por debajo de países con un desarrollo económico similar al nuestro», afirmó Ariel Graizer, presidente de CABASE.
Al analizar las velocidades promedio por provincia, se destaca que solo la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, con 17,8 y 14,2 MB respectivamente, tienen promedios por encima de la media nacional.
En el escalón siguiente, en la franja de entre 11 y 13 MB, 7 provincias tienen velocidades promedio cercanas a la media nacional: Córdoba con 12,8 MB, Chaco con 12,4 MB, Misiones con 12,1 MB, Neuquén con 12 MB, Santa Fe con 11,2 MB y Corrientes y Formosa, ambas con 11,1 MB.
En el extremo opuesto, La Pampa (4 MB), Santa Cruz (5,2 MB) y Chubut (5,4 MB) son las tres provincias con los promedios de velocidad más bajos.
Según consigna el documento, para que los usuarios de todo el territorio argentino cuenten con servicios de internet de calidad y a precios accesibles, se necesita un mayor desarrollo de infraestructura e inversiones en redes de transporte, así como en redes de fibra óptica de última milla (FTTH), la única tecnología que es capaz hoy de soportar los anchos de banda que requiere un hogar medio, y también una mayor cantidad de puntos de interconexión de tráfico (IXP – Internet Exchange Points) para hacer un uso más eficiente de los recursos de la red.
«Tenemos por delante un gran desafío para recuperar el tiempo perdido, generando políticas públicas, regulaciones e incentivos que promuevan la inversión en redes de Fibra Óptica al Hogar (FTTH) a lo largo y ancho del territorio», agregó Graizer.
Según datos de marzo de 2018 del ENACOM volcados en el CABASE Internet Index, las conexiones de fibra óptica en Argentina totalizan 217.000, lo que equivale al 3% del total de conexiones fijas de internet del país.
Además, a través de un relevamiento propio, el CABASE Internet Index del segundo semestre establece el «umbral de asequibilidad de Internet» de las capitales de las provincias argentinas, tal y como lo determina la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Digital de la ONU. Esta iniciativa establece que, si el precio del servicio de banda ancha supera el 5% de los ingresos medios mensuales de un hogar, este se convierte en una fuerte carga económica para la vivienda, por lo que aumentan las posibilidades de no ser contratado.
Así, este relevamiento establece que para 1,5 millón de hogares argentinos (el 11% del total) la contratación de un servicio de conectividad a Internet supone una elevada inversión económica, quedando por debajo del umbral de asequibilidad.
Sobre este resultado, Ariel Graizer sostuvo: «Las inversiones de los actores privados del ecosistema de internet, junto con las políticas públicas de los diferentes estamentos de gobierno, tienen que motorizar un mayor desarrollo e inclusión, para que los servicios de Internet sean de acceso universal y permitan a todos los argentinos entrar en la economía digital».
A través de los 27 IXP Regionales (Internet Exchange Points) que integran la red nacional de puntos de interconexión de tráfico de la Cámara Argentina de Internet se interconectan más de 12.500.000 usuarios de la red en Argentina, generando un tráfico de datos que superó los 380 Gbps sostenidos en julio de 2018.
El volumen de tráfico sostenido alcanzado en julio significa un crecimiento del orden del 73% respecto de la medición de julio de 2017. Al tomar la serie histórica, surge que, desde el inicio de la medición en enero de 2011, el tráfico cursado en la red creció casi 245 veces hasta llegar a los 380 Gbps actuales.
La creciente popularidad del video como contenido favorito de los usuarios y sus múltiples usos cotidianos en diversas plataformas y redes sociales empujan el crecimiento de los volúmenes de tráfico y el aumento de la participación de este formato sobre el total del tráfico de internet.
«El uso de videos en nuevas opciones de aplicaciones sociales de streaming en vivo, películas y series a la carta, TV play, juegos en línea y otros servicios «Over the Top» (OTT), empujan el ancho de banda que los clientes esperan y demandan en los hogares y eso hace que las inversiones en infraestructura de redes de fibra al hogar sean críticas para que los proveedores puedan afrontar esa demanda», concluyó Graizer.
Diario Jornada