Cerca de la finalización del año 2018 el justicialismo es el único partido capaz de afrontar los desaciertos generados por la gestión de Mauricio Macri como la de Mario Das Neves. Arcioni, trabaja intensamente en dos cuestiones; una de ellas cerrar filas en cuanto al panorama interno, que como se sabe en el partido que creará el General Perón por su propia impronta necesita de alguien que no solo aglutina y muestre gestión, si no que sea capaz de garantizar la unidad y esa Unidad del PJ hoy por hoy el único que puede llevarla adelante no es otro que el intendente de Comodoro Rivadavia Carlos Linares, de profundo diálogo con todos los sectores del peronismo y además con una voluntad propia de quien cree íntimamente que hay que estar en el territorio para darle volumen político a la gestión, tanto partidaria, como en el día a día mano a mano con los vecinos.
Linares tiene la virtud de saber y entender el padecimiento de los sectores más indefensos de la sociedad, por eso la acción directa que propone es intensa y siempre a favor de los que menos tienen.
Amplio en su manera de pensar el intendente de Comodoro es una de las figuras prominentes del peronismo, porque se le reconoce, a Linares, que el más allá de los cargos siempre siguió siendo “Carlitos” para el vecino que padece las penurias del Macrismo y la poca acción del hoy Gobernador Arcioni.
Estará entonces en los dirigentes que dividieron el PJ en las PASO de 2017 obedecer la doctrina peronista que reza: “El que gana conduce el que pierde acompaña” y entender que no hay lugar para proyectos personales porque de la única manera que esta provincia se ordene es con un proyecto conjunto de todos los actores que integran el PJ con una conducción clara que sea la antecámara del liberalismo Macrista y la formidable desorientación estructural que padece Arcioni al frente de la Provincia.
¿Y en Comodoro Rivadavia que?
La ciudad que no solo es un bastión del peronismo, si no que es la más importante de la Patagonia profunda, supo crear desde 2011 en adelante un proyecto político que entre sumas y restas da como balance positivo pertenecer siempre al peronismo, y no cambiar las convicciones de sus dirigentes,” acá nadie sacó los pies del plato” suelen decir entre comentarios avezados peronistas en rondas de café, aún sabiendo que varios de los que quieren regresar a este proyecto crean que lo pueden hacer por la ventana.
El justicialismo como máquina electoral ve en su conductor natural al actual Intendente Linares y a partir de allí se puede interpretar que “Carlitos” no va a dejar que a la ciudad se la lleven puesta, porque hubo mucho trabajo tanto en la Intendencia de Di Pierro del cual fue Vice Intendente como en su propia gestión acompañado por Juan Pablo Luque.
Esta ciudad supo generar los anticuerpos necesarios para sobreponerse de los $ 60.000.000 que dejó de deuda el “escapista” Martín Buzzi en la gestión 2007-2011 (U$S 12.000.000) de esa época, donde no había un mango para pagar ni siquiera los sueldos.
Así surgió la Ley de Hidrocarburos, desde la ciudad petrolera, donde los dirigentes políticos con poder de decisión acompañados por toda la comunidad allá en Rawson tuvieron que “convencer” a Buzzi de que si esa ley no salía la provincia estaría seriamente comprometida, para dejarlo bien en claro, no fue la gestión Buzzi la que a través de un power point la que generó la ley, fue Comodoro, sus dirigente y la comunidad la que exigió que debía aprobar la ley donde saldría beneficiada la Provincia, y también las ciudades que a través de 100 años pusieron el cuerpo por todos en general.
Lo que nunca entendió Comodoro es que como puede ser que con un barril de petróleo a U$S 100 Buzzi en la gestión 2011-2015 haya generado una deuda de $ 6.900.000.000 millones que paso a engrosar lo que dejó otro endeudador serial como Mario Das Neves.
Al fin y al cabo parte de esa deuda era para crear 10 centros de encuentro en la provincia y 2 hospitales que nadie nunca vio, lo que no es raro porque a través de los años tampoco nunca supo nadie de que se trato el “chupetín de hierro” que llevaba el nombre “de qué va a vivir mi pueblo”, que el muchacho del power point inventó para salir del paso cuando era Ministro de Producción de Das Neves y antes de negarlo como su conductor.
Es admirable que por estas horas el hombre trate de vender que quiere volver a ser Intendente de la ciudad petrolera después de haber desaparecido durante casi 4 años de la ciudad que no le perdonará que en tiempos difíciles como los que se pasaron durante y post temporal el hombre no se hubiera acercado aunque más no sea para tender una mano solidaria al pueblo del que supo ser intendente.
“No se puede hacer cualquier cosa”, brama el peronismo, hay que ser consecuente y coherente con lo que se dice y se hace, por lo tanto hacen un mero cálculo electoral, en 2015 en Chubut ganó Daniel Scioli, ganaron los diputados del FPV y el único que perdió fue Buzzi por lo tanto desaparecer y regresar para ser, no cierra, dicen en cada conversación de pasillo y son voceros de una idea general, “a nosotros que tenemos experiencia de gestión y pertenencia partidaria no van a venir ahora a querer mandarla cambiada”.
¿Surgen candidatos en Comodoro?
El radicalismo –PRO no lo encuentra, quienes pretenden ocupar cargos importantes no mueven la aguja, claro que a lo personal hay que sumarle la “política swinger” que han construido los “radichetas” a lo largo y a lo ancho del Chubut ahora junto a la derecha conservadora que los llevó a estar como un partido mediocre y sin vuelo propio dentro de la alianza Cambiemos o para decirlo más íntimamente el furgón de cola de las políticas de Macri, que no les consulta nada y sin misericordia los terminará echando como Triaca a sus empleadas domésticas.
En cambio la continuidad del proyecto político de Comodoro Rivadavia es el objetivo que trazan los dirigentes de peso en la ciudad, “no vamos a regalar nada” ni el esfuerzo por lograr económicamente metas incontrastables como ser una municipio ordenado, con sus cuentas al día, con una inversión en obra pública municipal que no se vio nunca en la historia de la ciudad, con un trabajo que demandó mucho esfuerzo ante las demandas del temporal que no atendieron ni nación ni provincia y ante la consolidación de un espacio que es la fuerza motora de un proyecto de ciudad que conoció sus inicios allá por 2011.
Di Pierro-Linares tuvieron un rol fundamental que fue poner de pie a Comodoro Rivadavia, sacando con mucho esfuerzo la ley de hidrocarburos y ordenando las cuentas públicas como no se habían hecho en años, creando un fondo anticíclico para no penar por despachos burocráticos de otras jurisdicciones.
Ahora es el momento de llegar a la transformación en el siglo XXI con una nueva generación que interprete lo necesario.
Esta etapa, demanda prioridades, seguir bregando y no defeccionar en el ordenamiento económico, con la impronta de gente que conozca la ciudad para generar las condiciones de desarrollo, la incorporación de más y mejor tecnología, ser una ciudad prestadora de servicios para toda la Patagonia, no solo porque lo impone su historia, sino, porque los tiempos lo demandan, crear más producción y más trabajo, sin duda, una etapa la que viene de mucho compromiso con el otro, seguramente el Partido justicialista tiene las mujeres y los hombres para que esto suceda.
¿Habrá espacio para más?
Se preguntan en las tertulias de avanzada en los distintos espacios donde lo único que se debate en la interna del PJ comodorense es llegar unidos a la elección de 2019 con una premisa muy clara, hacer valer en las urnas que en la urbe petrolera no hay lugar para iluminados del power point, ni tampoco para personeros de las políticas neoliberales que están llevando al país en las ruinas, para explicarlo en gaucho “en el lago artificial de las encuestas en vez de peces hay números generalmente truchos de consultoras desconocidas que dependen de quien pague hacen aparecer candidatos que no juntaron en su vida cuatro votos y los muestran como grandes electores, pero eso, es solo individualismo puro y de lo que habla el peronismo es de un proyecto político.