Alejandro Cacetta fue el primer presidente del INCAA de Cambiemos. Su gestión terminó abruptamente en abril de 2017, en medio de denuncias públicas y judiciales. Luego de una extensa investigación, la Oficina Anticorrupción sumará hoy una nueva denuncia penal en su contra por el alquiler de un predio para la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN), un organismo creado a fines de los 90 que nunca se constituyó. Según la denuncia, Cacetta tenía «un vínculo incuestionable» con la empresa dueña del lugar.
El organismo que conduce Laura Alonso lo acusa del delito de «negociaciones incompatibles con la función pública». Lo más llamativo del caso es que la OA había desaconsejado que Cacetta interviniera en cuestiones relacionadas con la empresa Patagonia Film Group SA, donde trabajó entre 2006 y diciembre de 2015. Sin embargo, en marzo del año pasado, pocos días antes de renunciar, Cacetta firmó un contrato de alquiler con la empresa «CF Inversiones Inmobiliarias SA» relacionada con Patagonik.
«Ocultando que dentro del complejo entramado societario (de la empresa locadora) se hallaba Patagonik, Alejandro Cacetta ordenó la contratación, de manera indirecta, de su otrora empleadora, pese a la expresa prohibición de la titular de esta Oficina Anticorrupción», dice la denuncia en uno de sus párrafos centrales.
La presentación, impulsada por una denuncia de ministerio de Cultura que conduce Pablo Avelluto, destaca que la empresa dueña del terreno, ubicado en San Lorenzo al 3800, en Olivos, tenía participación accionaria de Patagonik. Y menciona las vinculaciones entre ambas firmas a partir de la repetición de varios de sus directores. De hecho, el contrato lleva la firma de Alejandro Javier Heredia, director de Patagonik.
El alquiler del predio era por un período de 36 meses e implicaba una inversión de 21 millones de pesos, pudo saber Infobae. «Cacetta tuvo buenas intenciones al poner en marcha el CINAIN pero se equivocó al firmar ese contrato», explicó una fuente del mercado cinematográfico.
La ley que creó el CINAIN determina que ese organismo tiene entre sus funciones restaurar y conservar el acervo audiovisual nacional y universal, mantener un centro de documentación y estudios audiovisuales, organizar el Museo Nacional del Cine Argentino, entre otras tareas. La norma fue sancionada en 1997, pero nunca se había puesto en funcionamiento.
Con el contrato de alquiler, Cacetta reactivó el proceso de constitución del organismo que debería finalizar con la elección de un director, una facultad del presidente de la Nación.
Tras el escándalo, la nueva gestión a cargo del INCAA suspendió el alquiler y buscó otro inmueble en la zona del Microcentro para poner en marcha el CINAIN.
Cacetta se alejó del Gobierno en abril del año pasado, aunque tenía amplio apoyo del sector. «No quiso combatir la corrupción», fue la justificación de Avelluto. «Tal vez yo no acepté algún manejo espurio que me proponían y pagué las consecuencias. Hablar de corrupción, con mi trayectoria y con lo que he hecho, me cuesta estar hablando de corrupción. Pero también estoy viendo de dónde viene y cómo lo han tratado», le respondió el cineasta.
A partir de ese momento, Cacetta fue denunciado varias veces por el Gobierno. En abril de este año, la Oficina Anticorrupción presentó una denuncia por irregularidades en las contrataciones para diversas reformas en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, dependiente del INCAA. En ese expediente también quedó bajo la lupa la gestión de su antecesora, María Lucrecia Cardoso, elegida durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Diario La Provincia SJ