Desde el inicio del año y hasta el 21 de octubre pasado, un total de 1.857 migrantes murieron en el mar Mediterráneo mientras intentaban llegar de manera irregular a Europa. Así lo reveló la agencia de las Naciones Unidas para las migraciones (OIM).
Más de dos tercios de las víctimas murieron en aguas entre el norte de Africa y Sicilia, sur de Italia, precisó el organismo en una nota publicada en Ginebra. La agencia dijo además que 94.676 migrantes y refugiados entraron a Europa vía marítima en ese mismo período, de los cuales 45.145 en España, el principal destino con el 46% de todos los desembarcos. Los arribos a Italia fueron 21.935 y a Grecia 25.938.
Preocupación en Centroamérica
La ACNUR está preocupado por la situación humanitaria de la «caravana» de inmigrantes que viajan desde Centroamérica a Estados Unidos. Se trata de una situación -afirma en una nota la entidad- «en rápido desarrollo» y con riesgos para la seguridad en general, por «los posibles secuestros en las zonas donde la caravana podría aventurarse».
«La estabilización de la situación se ha vuelto urgente», agregó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados. «Es esencial que sean puestas a disposición de las personas en búsqueda de protección internacional y de las otras personas en tránsito, una recepción adecuada y otras condiciones esenciales», añadió.
La ACNUR insta a los países a lo largo de la ruta «a tener a presente que la ‘caravana’ podría incluir personas en peligro real. En tal situación, es esencial que las personas tengan la posibilidad de solicitar asilo y que su exigencia de protección internacional sean adecuadamente evaluadas antes de que sea tomada cualquier decisión sobre repatriación o expulsión». La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados envió en estos días personas y recursos a los países afectados.
El Intransigente