Después de casi un 70% de suba en los precios, las ventas de combustibles subieron un 7% en octubre, en comparación con septiembre. Sin embargo, registran una caída interanual del 2,85%. Estos datos oficiales se estarían confirmando durante noviembre, según varias petroleras consultadas. «El piso se alcanzó en septiembre, desde allí vino una mejora y se mantuvo en noviembre», deslizan en una compañía.
Como vino sucediendo durante el año, los combustibles «premium» son los menos beneficiados de cierta reactivación. Su despacho mejoró un 4% en octubre, pero aún están un 28% por debajo en la comparación interanual en el caso de las naftas «premium». El gasoil de mayor calidad está un 6% por debajo en relación a 2017.
El volumen total de naftas despachado en octubre 2018 es un 4% inferior al del mismo mes de 2017. En gasoil, el descenso está algo por arriba del 2%.
Los precios de los combustibles «premium» subieron casi un 75% durante este año. Eso provocó que sus ventas disminuyeran en una forma inusual. En el Poder Ejecutivo sostienen que las naftas de mayor octanaje deberían atravesar una rebaja (se habló del 10%, pero con otra cotización del dólar) a partir de diciembre. Para el gasoil, las petroleras cuentan que esos importes aún están retrasados y que el aumento sería casi un hecho.
De todas formas, la mejora del pasado octubre se notó en el tipo de combustibles que se despacharon. El 33% fue de mayor categoría, contra un 28% que elegía esos productos en el mismo mes de 2017.
El gasoil promedió los 32,54 en octubre para YPF, mientras que ese combustible «premium» se despachó a $ 38,51. La «súper» de la mayor petrolera del país estuvo a $ 36,76, mientras que la premium se comercializó a $ 43,47.
Las correcciones de precio de noviembre fueron inferiores y cambiantes. Axion picó en punta y remarcó más de un 5%, en línea con lo efectuado después por Shell. Pero YPF se recortó con una recomposición del 2,5%. Como el aumento fue menor al de sus competidores, tanto Axion como Shell dieron marcha atrás y retrocedieron su aumento a la magnitud del efectuado por YPF,
«Había una migración del 30% de los clientes de nuestra bandera hacia YPF», confesó un ejecutivo que pidió no ser identificado. «También hubo una presión del Poder Ejecutivo a la petrolera estatal para que el aumento de noviembre fuera más chico», apuntan en otra compañía. En el Gobierno e YPF niegan que hayan existido esos roces.
La suba de noviembre fue de las más leves: la súper alcanzó los $ 37,59, mientras que la premium trepó 54 centavos, a $ 44,01.
Aunque faltan dos meses para definir, las petroleras estiman que el despacho de combustibles de este año podría ser mayor al del año pasado. El comportamiento de diciembre será desequilibrante.
La salida de Oil, la petrolera de Cristóbal López, dentro de las marcas que conforman el mercado también tiene efectos. La participación de mercado de YPF subió de 53,75% a 54,85%, según datos de la cámara Cecha sobre información provista por la secretaría de Energía. La marca Shell (ahora en manos de la brasileña Raizen) perdió algo de mercado: de 20,93% a 20,54%. Axion crece de 12,25% a 13,91%. Esta última bandera siempre trató de tener importes similares a los de YPF, pero en los últimos meses se despegó un poco y está a mitad de camino entre el líder y Shell.
Fuente: Clarín