La serpiente mordió a la mascota de la familia. El perrito desvió la atención del reptil para que no atacara al niño que jugaba en el patio.
Una familia mendocina vivió un fin de semana desesperante. Su perro Simón casi muere tras evitar que una yarará mordiera al nene. El hecho ocurrió en la noche del viernes mientras el pequeño jugaba en el patio de su casa en la localidad El Challao.
La dueña del animal, Valeria Centeno, contó al portal Los Andes que tuvieron una odisea. Intentaron salvar a la mascota con un suero antiofídico que no es accesible para animales. Las dosis estaban sólo reservadas para humanos.
Luego de consultar a un veterinario, le inyectaron a Simón un corticoide y suero. Tras las descripciones que dieron los niños, dedujeron que se trataba de una yarará, por lo que recomendaron a Valeria la aplicación del antídoto.
“Sabía que no iba a ser fácil. Fui al Lencinas a pedir el antiofídico con pedido veterinario y me lo negaron, argumentando que sólo habían dosis para seres humanos. Me fui devastada. Posteriormente fui al Serpentario para intentar conseguir el medicamento antes de las 9 porque no podía dejar pasar más tiempo (12 horas después de la mordedura) con el fin de que le hiciera efecto el antídoto. No había, y me fui decepcionada”, agregó.
Finalmente, la mujer logró que el Secretario de Ambiente de aquella provincia, Humberto Mingorance, intervenga para que el perro sea asistido.
Con el antiofídico en su poder, Valeria fue a la veterinaria para aplicárselo a Simón. El animal continúa en tratamiento con antibióticos y actualmente se recupera y evoluciona. Luego de unos análisis, falta constatar si no le quedaron secuelas en sus riñones.
Sin Mordaza