El diputado nacional Fernando Asencio (del partido Red X Argentina) presentó un proyecto de ley para establecer un marco regulatorio que permita el acceso seguro e informado al uso médico, científico e industrial de la planta de cannabis y sus derivados en todo el país.
Con la aplicación de esta norma se dispondrían medidas para la regulación, evaluación, seguimiento y fiscalización de las actividades que incluyan la producción, fabricación, cultivo, almacenamiento, transformación de plantas de cannabis.
El Gobierno de Mauricio Macri reglamentó el 22 de septiembre de 2017 la Ley 27.350, que regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados.
Lo hizo a través del decreto 738/2017, que fue publicado en el Boletín Oficial con las firmas del jefe de Estado, el jefe de Gabinete Marcos Peña y del por entonces ministro de Salud Jorge Lemus.
El texto oficial pone en efectivo funcionamiento el denominado Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos no Convencionales.
«Resulta prioritario que la Autoridad de Aplicación cuente con información científicamente verificada respecto de las propiedades de la planta de Cannabis y sus derivados y su impacto en el organismo humano», indicó la administración nacional en uno de los considerandos del decreto de reglamentación.
El Programa funciona en el ámbito de la secretaría de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud.
Ahora, Asencio impulsa que un marco marco regulatorio para que las personas puedan acceder en forma segura e informada al uso médico del cannabis medicinal, mediante el aceite. No obstante, también se propone regular la producción, el cultivo y fabricación, entre otras cosas.
El proyecto promueve la implementación de iniciativas económicas en la producción, fabricación, cultivo, almacenamiento, transformación y distribución de productos de la planta de cannabis y sus derivados.
Asimismo, promueve la transferencia tecnológica necesaria para la producción nacional de cannabis y sus derivados, ya sea para fines médicos, científicos e industriales.
Además, para evitar el consumo recreativo en jóvenes y adolescentes, el proyecto busca generar medidas que concienticen e informen sobre los efectos para la salud del consumo de cannabis.
Igualmente, tendrá prioridad la promoción de actitudes vitales y hábitos saludables.
Según el informe desarrollado en la 40° reunión del Comité de Expertos en Drogodependencia, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 4 y el 7 de junio de 2018, «el cannabidiol podría tener algún valor terapéutico para las convulsiones debidas a la epilepsia y las afecciones relacionadas».
Ese mismo informe dice que el consumo del aceite no conlleva riesgo alguno de generar dependencia, como si sucede con otros canabinoides.
Jornada