Santiago Torre Walsh, más conocido en las redes sociales como «Sir Chandler», hizo un elogioso comentario sobre el tránsito en la ciudad cordillerana. Y grabó un video para explicar por qué los esquelenses parecen «suecos infiltrados.»
«Estos de Esquel no entienden nada de nada… los tipos tienen varias rotondas Y ni un solo semáforo en toda la ciudad. Y encima no saben como es el uso de las rotondas, se creen que viven en el primer mundo», comienza diciendo un posteo del blog de viaje Sir Chandler, uno d elos más populares de la Argentina.
Aunque al principio suena a una dura crítica, en verdad se trata de una fina ironía para destacar lo que Sir Chandler considera una rareza en la Argentina. De hecho, la nota sobre el tránsito en Esquel se titula «Las rotondas de Esquel… al revés de todo el país»
«Sir Chanlder» es Santiago Torre Walsh, un referente de los blogs de turismo y de cine, sus dos pasiones, que suelñe viajar por el país y el mundo dando ideas y “tips” para viajeros y analizando fenómenos como los del tránsito en Esquel.
«En las grandes ciudades argentinas a la rotonda entra quien quiere y punto. Allá (por Esquel) no… los muy civilizados no entran hasta que uno no sale y así… por eso no tienen semáforos. Con la luz roja frenarían y hasta no tener la verde no arrancarían!», escribió Torre Walsh, que teambién hizo una cobertura de La Trochita para su blog.
«Así que quise registrar esto tan absurdo en nuestro país que tiene sus propias reglas de tránsito, como la de no poner la luz de giro para doblar o ponerla cuando se entra en un estacionamiento a mitad de cuadra, para que quede a la vista que no todo el país es igual… que hay absurdos como lo de Esquel
Y me vi obligado a usar el dron… lógicamente.»
«Y desde arriba de una de las rotondas hice este video, donde primero digo lo que sucede en esta ciudad patagónica argentina… o sueca infiltrada para terminar el post… todo es irónico. Festejo que en Esquel y seguramente en otras ciudades chicas argentinas se respete algo tan básico como una rotonda, cosa que en las grandes ciudades argentinas es un peligro utilizarlas por el nulo respeto de las reglas de tránsito de la mayoría de los conductores (es inclusivo conductores!!! y suena bien!!!!)».