Javier Romero defiende al contador Federico Gatica que está preso por la causa “El Embrujo” acusado de lavado de activos, y considera que por este delito su defendido debería ser juzgado separado de los otros imputados y en el fuero federal.
A él no lo involucran en “la asociación ilícita” de Correa, asegura, y en consecuencia considera que su apartamiento no implicaría ningún problema para que el juicio con los otros imputados en la Oficina Judicial de Rawson sea llevado adelante de manera normal.
A Gatica le atribuyen un delito que habría sido consumado en forma posterior al ilícito más grave que es el desfalco millonario que se le endilga a la supuesta banda encabezada por Diego Correa, el ex secretario privado del extinto Mario Das Neves.
Romero al ser consultado sobre la presentación que hará el lunes que viene en el TOF consignó: “Se está estudiando intensamente esta cuestión porque el fallo que promulgó la Cámara establece que el planteo no es extemporáneo pero que se debe realizar ante el organismo jurisdiccional en el ámbito federal que tiene la misma función que el tribunal colegiado. Es decir, al TOF” (Tribunal Oral Federal de Comodoro).
El abogado les contestó a los fiscales y querellantes que sostienen que lo que plantea no es igual al caso por el que la Corte Suprema de Justicia dijo que el delito de lavado de activos debe ser juzgado en la Justicia Federal.
“La administración pública afectada no determina un cambio de jurisdicción, el concepto que toma la Corte Suprema de Justicia de la Nación es que el lavado de activos altera y tergiversa las reglas del comercio y del mercado de capitales, bienes y servicios; y eso es una competencia que las provincias han delegado a la Nación. Ese es el criterio por el que se sostiene que el lavado de activos tiene que ser juzgado en el ámbito federal”, explicó Romero.
¿Y qué pasaría si por ejemplo el juicio comienza y en el medio de su desarrollo el TOF dictamina que el caso debe ser juzgado por ellos, por el Tribunal Oral Federal? Se le preguntó. “Se nulifica todo lo actuado…”, respondió el letrado. ¿Y la instrucción? Se insistió. “No. La instrucción no, aunque podría ser discutible. Estas son situaciones atípicas”, observó.
Luego, se le consultó si creía que habría algún tipo de presión u orden para que el juicio sea realizado a como de lugar, ante lo que sostuvo. “Quiero ser muy cauteloso y que no se me malinterprete lo que voy a decir; a mi me dio la impresión de que habría una cierta premura para que el juicio se realice, porque en un momento dado surge por parte del mismo tribunal que continúe con los imputados que no piden la probation, por un lado, y que los otros vayan por otra vía con lo que pensamos todos de que había una suerte de apuro, pero es una impresión que tengo, aunque, por otro lado, comprendo que este es un proceso que trae complicaciones logísticas importantes”, indicó.
Más adelante el doctor Romero aclaró que si es que le dan la razón en el tema de la competencia, solo su defendido sería enjuiciado por el TOF y no todos los imputados. “La acusación más gravosa es la que se le endilga a Correa, la de asociación ilícita y el delito de lavado de activos, por definición, es un accionar posterior al obtener las ganancias ilícitas, son dos hechos distintos”, clarificó. “Entonces, yo creo que se podría juzgar tranquilamente a Gatica en el fuero federal en un juicio que no tendría la menor incidencia respecto de los demás imputados, porque no estamos hablando de un accionar concomitante sino de cuestiones posteriores”, agregó.
“O sea, de lo que se lo acusa a Gatica son hechos posteriores a los delitos que se les endilga a los demás”, añadió. –¿A él no lo implican en la asociación ilícita? Se le consultó. “No. Y creo que hubo un error de comunicación (con respecto a la situación procesal de Gatica). A Correa lo acusan de autolavado y habría otro imputado”, recordó.
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